1. Gavilán y paloma. El hombre estrenó a la hija del socio pero ella fue el gavilán


    Fecha: 18/03/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    ... nada se cumple. La besé toda, por todo el cuerpito agitado, dibujando arabescos con mi lengua, cubriendo cada poro, subiendo caca cima y bajando a cada hueco. Le saqué el tanga y metí la boca, nariz y lengua en su boca, ahogarme en el cofre inundado de jugos, arrancándole en pocas lamidas un orgasmo tan intenso, quedó indefensa, inerte, expuesta a lo que fuera, descubriéndose que sentía cosas nuevas, latidos, vibraciones, estremecerse de pies a cabeza. La electricidad que mi boca transmitía, la reacciones en cadena que desató esa sensación que la sigue estremeciendo. La boca me quedó inundada de flujos calientes, califiqué con un “aprobado” en el examen oral.
    
    Tardó en volver a estar dispuesta, era el primero sin su mano. Vuelve el acoso a su sexo con la lengua en el clítoris y dos dedos explorando solo hasta ahí, cuidando de abrir el velo al paraíso. Sin desatender la concha, fuimos girando, que agarrarme la verga, pajearla suave y hasta darle algún beso, de chuparla ni hablar, si hacemos el trabajo con paciencia habrá tiempo para eso. Costó “tiempo y saliva” convencerla, vencer sus miedos, hasta acomodarle la pija en los labios de la vulva.
    
    Estaba tan mojada, que se metió sola entre los labios, una almohada debajo de la cola favorecía la penetración. Afirmé todo mi cuerpo para empujarla, con cuidado, se resistió al primer intento, reptando hacía arriba en la cama. La sujeté con fuerza y calentura, acomodé y para evitar una segunda huida, entrar un poco en ella, al ...
    ... segundo intento, entró toda la cabeza, no sin gemidos de dolor, la sentía estrecha, mucho más que aquellas otras dos veces que fui el afortunado de estrenarlas. Esos recuerdos siempre los tenemos frescos, en la comparación esta muchacha alta y bien desarrollada, tetona y buenas caderas era realmente algo distinto, que en las sucesivas ocasiones seguiría con ese maravilloso “defecto” ser estrecha.
    
    Un poco de distracción y de un soberano pijazo entré en su virginidad, desflorada, quejidos de dolor saludaron a la poronga que se adueñó de la vagina. La pija abría los estrechos caminos del sexo, la conchita era una boa constrictor por la fuerza ejercida sobre ella, dificultaba la cogida, pero ¡qué delicia!
    
    Como todo un caballero, le di el tiempo necesario para reaccionar, luego se la entraba con todo, su expresión era un mix de disfrutar mi place y el dolor lógico del desvirgué y convulsionada por las entradas en todo lo profundo de su sexo. Trababa de no pensar, en demorar más tiempo el goce de este cerradito estuche de carne joven, nada fácil, la calentura exige, ya próximo a la eyaculación, con la verga incrustada en ella, pregunté dónde quería que le dejara la leche. Evaluaba los riesgos, pero la calentura por hacerlo dentro era algo que superaba, sin condón y con tantísimas ganas ni sabía qué hacer…
    
    - ¡En la concha!, dentro de la concha. – calentura, pero serenidad adulta, conciencia y dominio de sus actos. -Ha cuatro días que terminé la regla, soy muy regular en mis ...
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