1. Mi pariente me robó mi virginidad. (Parte III)


    Fecha: 19/03/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Esteban Jonás, Fuente: CuentoRelatos

    ... al ratito me bajó mi tanguita. Sentía su respiración en mi culito, el metió su lengua allí, daba una especie de movimientos con su lengua que me encantaba. Sus manos mantenían mis grandes nalgas abiertas. Luego de su lengua sentí uno de sus dedos que se introducía en mi culo, estaba lleno de algo, quizás de su saliva. Había entrado con facilidad, después empezó a meterlo y sacarlo, me estaba cogiendo con su dedo, después me metió otro. Yo bajé mi mano derecha hasta mi vagina, sentía deseos de masturbarme, de tocarme. Me acariciaba el clítoris. Todo esto se sentía rico. Quería sentir su pene duro en mi vagina, no me importaba perder mi virginidad, y qué mejor forma de perderla entre familia, entre un hombre que me gustaba y que me deseaba desde hace mucho tiempo.
    
    —Lolita, te quiero meter la pinga por el culo—me dijo, era vulgar en su expresión, pero me encantaba.
    
    Yo aún no había visto su pene, pero el no verlo me excitaba más.
    
    — ¿Me va a doler?
    
    —Solo al principio, Lolita, después no queras que lo saque.
    
    Qué cosas vale, mi primer pene no entró en mi vagina primero, sino por mi ano. Mi primo me inclinó más, de modo que mis nalgas quedaron más abiertas. Y de pronto fui sintiendo su pene entrar, sentía una especie de presión pero algo rico a la vez…
    
    CLAUDIO:
    
    Me llené la verga de saliva y le puse bastante saliva en su culo. La penetré, se lo fui metiendo poco a poco, tenía ese culo bien apretadito, pero mi verga se abrió camino, hasta suavizarlo más. Me movía ...
    ... lento, ella gemía como de dolor y de placer al mismo tiempo, sus gemidos me excitaban. Yo cogía su culo, ahora con movimientos más rápidos. Mi pinga estaba tan dura y palpitante que seguro no me vendría con facilidad.
    
    — ¡Ah, ah, ah, ah! ; primo, primo. Me gusta, es rico, cógeme, cógeme el culo, es tuyo mi vida, es tuyo mi Claudio—decía mientras la cogía.
    
    Empecé a nalguearla duro, también le estrujaba sus nalgotas con mi mano. De pronto, sentí ganas de correrme, saqué mi pinga de su culo.
    
    —Voltéate y arrodíllate frente a mi pinga—le ordené, ella hizo caso.
    
    Me empecé a hacer la paja frente a ella, me gustaba cómo me miraba, lo hacía con deseo, con curiosidad.
    
    —Hoy vas a mamar pinga y probar leche—le dije y ella puso sus manos en mis muslos. –Abre la boca—ella abrió su boca.
    
    —Quiero sentir tu pene en mi vagina—me dijo mientras me pajeaba en su cara.
    
    Ante aquella solicitud hice una pausa, yo quería ser su primer hombre, pero tenía miedo, y sé que iba a ser incómodo y doloroso para ella, la sangre iba a correr y tal vez la magia se iba a acabar…
    
    YO:
    
    Me cogía duro en mi ano, me gustaba, me gustaba… y mucho. Pero paró, él quería terminar. Yo sentía aun ganas, no quería que acabara porque quería que hiciera cositas con mi vagina. Pero él paró y se empezó a masturbar frente a mí cara, me quería echar su semen en mi boca. Su pene era bello, blanco, y la cabeza rojita, tenía muchas venas brotadas. Yo quería quitarme mi virginidad con el pene de mi bello primo, ...