Todos los días tenía una sesión con mi abuelo
Fecha: 20/03/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: kandidasumisa, Fuente: CuentoRelatos
Me llamo Eva y vivo en una ciudad del norte de España, con mar. Desde adolescente vivo con mi padre y mi abuelo. Mi padre se pasa largas temporadas fuera de casa porque es marinero. Mi abuelo está inválido de cuello para abajo, incluso tiene dificultades para comer y por supuesto, no habla. Yo me ocupo de él. Aparte, estudio. Cuando empezó esta historia, yo tenía 18 años y casi no me relacionaba con las compañeras, incluso pensaban que era algo rarita, pero mi abuelo me ocupaba mucho tiempo y nada más salir de clase iba a cuidarlo.
Cuando lo limpiaba, lógicamente limpiaba su sexo, pero aquello parecía muerto. Un día que estaba muy caliente, cuando le limpiaba la polla, se la tocaba y acariciaba más rato, empecé a menear suave, tiré para atrás de su piel y apareció el capullo, pero lo miré y me miraba con los ojos muy abiertos. Me asusté y lo dejé. La ventaja era que él no podía decir nada. Me fui a mi habitación y estuve pasando los dedos por mi coño y por mis duras tetas de pezones abultados hasta que me corrí.
Todo transcurría así hasta que un día vino mi padre para quedarse un mes y después se fue otra vez por varios meses.
El mismo día que se fue, estuve rebuscando entre sus cosas y encontré varias revistas eróticas y había cintas de video pornográficas, pero yo no tenía reproductor. Las revistas me calentaban, y empecé a ir con camisas desabrochadas a dar de comer o a limpiar al abuelo. Me acostumbré a aquellas miradas duras a mis ojos y a mi escote. Yo cada ...
... día estaba más caliente y empecé a limpiarlo dos y hasta tres veces al día con tal de tocar esa polla flácida, pero me gustaba tocarla, tocar sus huevos, incluso pasaba las tetas por su hombro. Cada día iba más caliente.
Le pedí un reproductor de vídeo a una compañera que se extrañó y me dijo que para qué lo quería. Esa misma noche me puse a verlas. Dios, no podía creerlo. Mis compañeras hablaban de esto y yo no las creía… Aparecían chicas chupando pollas que se corrían en su boca y se la metían por el culo; incluso hubo alguna escena en que uno se la metía por el culo y otro en el coño.
(Inciso de Kandidasumisa: hay que entender que esto es de los años 80).
Me puse como loca, con mi coño muy húmedo. Tenía que probarlo, y el único con quien podía hacerlo era mi abuelo.
Me fui a su habitación con una camisa larga con dos botones abrochados y nada más. Mi corazón se salía de excitación. Allí estaba mi abuelo que me miró extrañado. Lo incorporé en la cama, cogí su mano inerte y un poco fría y la llevé a mis tetas, la pasaba de una a otra, apretaba mis manos con la suya debajo contra mis pechos… ahhhh… sus dedos gordos, largos y arrugados. Después le pasé mis tetas por su cara y los pezones por sus labios… ahhhhh… Miré su cara y sus ojos parecían querer taladrarme, pero me daba igual, estaba tan salida y lanzada que sólo quería disfrutar. Puse su mano sobre el muslo y mi coño chorreando encima de la mano y empecé a moverme despacio contra ella, a la vez que empezaba a ...