1. Libro de poesías


    Fecha: 21/03/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Havelass, Fuente: CuentoRelatos

    ... ligero y andaba descalza; sin duda, hacía calor, así que me propuso quitarme la camisa para estar más cómodo. Me la quité. Luego me hizo pasar al saloncito. Observé que en una mesita de centro acristalada había folios escritos, muchos, y sobre estos, varios bolígrafos. Nos sentamos en el sofá. Hablamos: del trabajo, de las relaciones... Me contó que era divorciada; yo le confesé mi soltería: se extrañó. Después me explicó cuáles eran sus gustos literarios, y me preguntó sobre los míos: "Me gusta la sensualidad, el erotismo", dije poco convencido, con la idea de llevar la reunión hacia otros términos. Ni que decir tiene que estar a pocos centímetros de Susana oliendo su perfume a gel de ducha, observando ciertas transparencias de sus vestiduras, me estaban impacientando. Entonces, inesperadamente, tomó un papel de la mesita de centro y recitó, un soneto, creo:
    
    "Ayer noche en mi cama te metiste;
    
    yo sólo la combinación llevaba.
    
    Pronto tu boca mis labios besaba;
    
    quitándome la ropa un lío te hiciste.
    
    Mis tetas expuestas febril mordiste;
    
    luego mi ombligo tu lengua mojaba.
    
    Después llenaste mi coño de baba:
    
    sí, fueron las chupadas que me diste.
    
    Tuve un orgasmo, quizá dos, mas, ¿sabes?,
    
    tener dentro tu polla es lo que yo quería,
    
    y tiré de tus hombros hacia arriba
    
    hasta que te tuve encima: "Ya cabes."
    
    Sentí tu penetración, creí que moría:
    
    "Oh, amor, seré quien tu semen reciba.""
    
    Esta recitación me pareció excelente, porque ahí era donde yo ...
    ... quería llegar. "Así que Susana compone tales cosas, vaya con Susi", pensé.
    
    "¿Qué te ha parecido?", me preguntó; "Extraordinario", respondí; "¿Crees que alguien me lo publicaría, Julián?"; "Sin duda, Susi"; "Recítame algo tuyo, Julián; "Pues, mira, precisamente...", saqué el papelito con mi composición, y recité:
    
    "Te sentaste sobre el colchón mullido,
    
    y te quitaste el sostén con cuidado;
    
    palpé tus tetas, tú mi falo erguido:
    
    "Ay, cariño, que aún hoy no he merendado,
    
    quiero jugo de tu polla, exprimido";
    
    "¡mámala, de lujo!", exclamé extasiado.
    
    Mientras tus voluptuosos gemidos yo oía,
    
    eyaculé en tu boca con energía."
    
    Me la estoy follando, sí, amigos. No se pudo resistir. Me llevó a su dormitorio en cuanto terminé de recitar. Se desnudó de pie, ante mí, a media luz, la que provenía de la lamparita de luz fría que había sobre la mesita de noche. Verla desnuda me produjo tal excitación que mi polla se empalmó de tal manera que Susana, al darse cuenta, se arrodilló, me desabrochó el pantalón y se la metió en la boca; ver sus labios recorrer mi polla era lo mejor que me sucedía en mucho tiempo; oír el ruidito del chupeteo no tenía parangón alguno. Su coronilla avanzaba y retrocedía a un ritmo lento y eficaz; no obstante, en cuanto Susana oyó que mi respiración se agitaba, imprimió más energía a sus vaivenes hasta que me vertí.
    
    Ahora, media hora después, estamos follando. Siento sus brazos apretando mi cuerpo al suyo. "Hum, humm, Julián", susurra Susi, y ...