1. Ari: Prisionero de Mi Piel XX


    Fecha: 07/11/2025, Categorías: Transexuales Tus Relatos Autor: EntreLineas, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X


    Desperté con el sol colándose por la ventana, y lo primero que vi fue a Jordan dormido a mi lado, su pecho subiendo y bajando con cada respiración profunda. Sonreí traviesa. Hoy me sentía especialmente viva, segura de cada curva de mi cuerpo, de cada gesto mío que lo volvía loco.
    
    —Buenos días, grandote —susurré, inclinándome sobre él y mordisqueando suavemente su hombro—. Hoy vas a tener un día muy largo… conmigo.
    
    Él gruñó y abrió un ojo, sonriendo con esa expresión altanera que me hacía derretir.
    
    —Mm… ¿amaneciste traviesa? —preguntó, dejando escapar un gemido bajo al sentir mis labios—.
    —Por supuesto —dije, bajando lentamente por su pecho, rozando mis labios por su piel—. Hoy soy tuya… y tú eres mío.
    Jordan intentó incorporarse, pero yo me colgué de su cuello, jugando con él.
    —Ya sé cómo termina esto… y me gusta.
    —Shh… —susurré en su oído—. Hoy voy a ser muy traviesa… y vas a tener que portarte.
    
    Nos quedamos así un rato, entre risas y gemidos ahogados, hasta que finalmente me levanté, caminando por el departamento con mi bata ligera, dejando que mis caderas se movieran lentamente, provocándolo.
    
    —¿A dónde vas, muñeca? —preguntó Jordan, con la mirada fija en mis piernas—. Parece que estás planeando algo.
    —Oh, solo voy a preparar algo —dije, meneando las caderas y guiñándole un ojo.
    Él soltó una carcajada, recostándose de nuevo en la cama.
    —Vaya… eres imposible —dijo, riéndose—. Hoy sí me vas a volver loco.
    
    Después del desayuno, me metí en la ducha ...
    ... primero, dejando que el vapor cubriera mi cuerpo, y Jordan apareció detrás de mí, rodeándome con sus brazos. Sus manos grandes recorrían mi espalda, mis caderas, y yo gemía mientras reía, disfrutando cada roce.
    
    —¡Jordaaan! —exclamé, arqueando la espalda—. ¡Me haces perder la cabeza!
    —Mm… tú me estás tentando demasiado —susurró él, mordiendo suavemente mi espalda—. Quédate quieta… o no responderé por mí.
    —Oh, pero tú nunca respondes por ti, grandote —dije, sonriendo de manera traviesa—. Hoy voy a hacer que seas un buen chico
    
    Me colgué de él, mis manos recorriendo su pecho, su espalda, mientras él me sostenía y me guiaba, mis gemidos se mezclaban con los suyos, creando un ritmo perfecto de provocación y entrega, mis manos se aferraban a él—. ¡Me tienes loca Jordan!
    Me puse de rodillas y empecé a saborear su rico penesote, quería morderla…. Pasaba mi lengua de abajo para arriba, me raspaba la lengua muy rica… mi hombre gozaba como me atragantaba con su cosota, hasta hacerlo terminar a grandes chorros dejándolo bien exhausto, yo estaba muy orgullosa por como hacia gozar a mi Jordán.
    
    El resto de la mañana fue un juego constante: yo buscándolo, provocándolo, besándolo en la cocina mientras hacia él almuerzo; risas, miradas cómplices, roces casuales que se convertían en caricias intensas y susurros atrevidos.
    
    —Muñeca… —susurró Jordan mientras me abrazaba desde atrás en la sala—. No puedo creer que seas tan atrevida…
    —¿Atrevida? —le contesté, girándome y rozando mis ...
«12»