Por amor - Relatos Eróticos

Por amor

... Claudia seguía chupando aquel pollón para mantenerlo tieso y clavárselo instantes después en su coño. 

Esta se había colocado dando la espalda al macho y saltando como una posesa sobre aquel pollón invitándome a mí a lamer aquella concha y por supuesto aquel pollón que iba recogiendo los flujos de mi novia bajando hasta sus pelotas donde mi lengua hábilmente los recogía. 

El primer orgasmo le vino enseguida y yo continúe con mi labor sintiendo aquel sabor que tantas veces había degustado. 

La cambió de postura la colocó en posición de misionero y comenzó a follarse otra vez mientras yo veía la escena y de vez en cuacuando Paco pedía mi boca dándome aquellos besos completamente desanimados con lujuria, Claudia anunciaba un inminente orgasmo y Paco quería acompañarla fueron varios minutos de éxtasis hasta que los dos rompieron en un increíble orgasmo. 

Este le dio unos auténticos pollazos y cuando ya no pudo más la sacó de su coño depositándola sobre su pubis donde todavía por efecto de las contracciones soltó un chorro de leche. 

Cariño te toca limpieza, y no precisamente de casa sino de la cosita de la nena. 


En unas horas había pasado de ser heterosexual y tener una buena sintonía sexual con mi novia a ser un tío bisexual y dominado por su novia. 

Me acerqué a mi novia no sin antes Paco entregarme su polla para ...

... que la dejase limpia sintiendo como todavía podían salir algunas gotas de leches. 

Apuntando con el dedo Claudia me indicó que recogiese aquellas gotas que habían quedado a la altura de su pubis y acto seguido y qué mi cara para recoger el fruto de aquella polla y la concha de mi novia no sentí un rechazo ni asco fue una sensación como de entrega a mi hembra y así en pocos minutos no solo limpiar el coño de esta sino que te proporcione otro orgasmo. 

Era madrugada cuando terminamos aquella sesión, Claudia y yo subimos a la habitación donde nos duchamos por separado. 

Cuando salí de la ducha Claudia me preguntó si merecía la pena el que el alquiler fuese gratis junto con la manutención. 

Y por supuesto de lo contrario que yo tomase otra decisión.

Mi silencio era cómplice de mis condiciones homosexuales no había ninguna duda de que Claudia dominaba la situación. 


En un sobre me entrego todo el dinero que yo había aportado para el alquiler  manutención y resto de gastos esto es su parte ahora ya que hoy te la has ganado. 

Inocentemente le pregunté qué significaba eso contestándome abiertamente ella que unas cuantas mamaditas y unos polvos habían hecho que no tuviésemos que preocuparnos por el alquiler y demás. 

Ahora bien quieres seguir conmigo aquí o prefieres dar la espalda a lo que tenemos y a tu nueva vida.