-
El intercambio pt 2
Fecha: 22/03/2019, Categorías: Gays Autor: JbLink, Fuente: SexoSinTabues
Hola, amigos, prosigo con mi historia. Para entender mejor el con texto, les dejo el link a la primera parte: http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-38800.html pero esta la verdadera historia que les quería compartir. Las cosas con Joel, se empezaron a poner frías. No era debido a mi propuesta, sino más bien a lo difícil que era convivir juntos. Así que ya no frecuentábamos los mismos círculos de amigos. Un día él, y otro amigo de nuestro piso, José, regresaban de un botellón, que es como se le llama en España, a reunirse con amigos a beber alcohol. Aprovechando que mi “amigo” estaba bajos los efectos del alcohol, le envié un mensaje pidiéndole nuevamente que me dejará desecharlo con una mamada. Por respuesta recibí una carita enojada(Emoticon). No creí que fuera para tanto su reacción, pero más tarde me enteraría, que Joél le mostraba un mensaje a Jóse, cuando mi mensaje se abrió y fue leído por ambos. Ahora mi otro amigo sabía que estaba necesitando y con ganas de una buena polla. Los días pasaban y aun nos quedaba un poco de tiempo antes de regresar a México y yo estaba dispuesto a disfrutar de mí anonimato en Salamanca. Seguí navegando en Adanel, y conocí a un chavo que me atrajo bastante. Mientras conversábamos descubría que teníamos mucho en común, nuestro pasatiempos e intereses. Cada cosa que él mencionaba o yo, era algo que compartíamos, para evitar revelar su identidad me abstendré de decirlas. Que damos en vernos bajo el reloj de la Plaza mayor. Llegue ...
... puntual, y espere unos minutos. ―Hola, Soy Paulo― Se presentó un joven caucásico de ojos azules, cabello corto, y más alto que yo. Caminamos y hablamos sobre nosotros, no me tomo nada de tiempo en sentir una verdadera atracción hacia él. Entre las cosas que teníamos en común era que él tampoco tomaba alcohol. Así que me propuso ir al Mándala, un café bar donde vendían batidos. Cuando estábamos por llegar, Paulo se adelantó y abrió la puerta para mí. Un gesto que me hizo sentir muy bien. Sentados en una mesita para dos bebíamos nuestros batimos mientras charlábamos, no podía resistir el perderme en lo profundo de su mirada. Además de atractivo era una persona culta. Para mis adentros él estaba más allá de mí nivel. Cuando la mesera trajo la cuenta, él rápidamente pagó. Mantuvo abierta la puerta nuevamente al salir. Le extendí los Euros que le debía, pero se negó a aceptarlos. Caminamos sin rumbo exacto, dejándonos llevar por nuestros pasos. Hasta que sentí que caminar más estaba demás. Por lo que me despedí de él. Quería volverlo a ver, así que lo invite al cine, unas 3 veces, pero en todas esas ocasiones surgieron eventos que le impedían a él o a mí poder reunirnos. Como siempre era yo quien insistía, desistí de seguir tras él. Los días pasaron. Sin saber nada de Paulo. Ya mi amigo Joel, me había rechazado. Que podría ser lo que peor, al ser directo con Paulo, respecto a mis intenciones de intimar con él, pensé. ―Hola Paulo. Envíe mi mensaje por Whatsapp. ―Hola, Luis. No tenía idea ...