Llenando el lugar de mi padre con mi madrastra - Relatos Eróticos

Llenando el lugar de mi padre con mi madrastra

... yo me quedé al frente de la empresa como quería mi padre. Tanto Eva como yo entramos en una depresión, pues mi padre era el lider de la casa. En mi caso me refugie en el trabajo y en el vicio, me había quedado solo. Llegaba tarde a la casa, me refugié en el alcohol unos meses. Fue cuando mi madrastra me habló muy sabiamente y me dijo que debía hacerme cargo de todo como un hombre, y asi lo hice, Retomé el camino y ahora me levantaba temprano como siempre, me hice cargo del trabajo de papá completamente, llegaba a cenar y Eva me tenía siempre un platillo delicioso, charlabamos un rato y luego cada quien a su habitación. Yo no había notado la soledad ahora en la vida de Eva. Hasta una noche, yo veía la tv luego de la cena, en eso tocaron la puerta, yo desde la cama, solo tenía puesta una camiseta y mi boxer, dije adelante, era Eva, iba en ropa interior y una bata delgada que apenas llegaba abajo de sus nalgas, entro, camino y se acostó a mi lado y me dijo que se sentía muy sola, la abracé efusivamente y nuestras bocas se unieron en un beso (el mejor de mi vida), que bien pudo durar veinte minutos, labios, lengua, saliva, era mi sueño hecho realidad, apagué el televisor y todo quedó en penumbras, pero con visibilidad. Casi inmediatamente le quité el sostén a Eva, sus tetas enormes eran más divinas de lo que me imaginaba, las mamé con mucho deseo y fuerza, busqué sus pezones para lamerlos y chuparlos, luego bajé por su vientre y ella me recibió abajo abriendo sus piernas, ...

... busqué su raja y comencé a lamerla y pasarle la lengua por todos lados incluso por su arrugado ano, ella empezó a dar de gritos y gemidos, pidiéndome más, ella la estaba pasando bien. La hice llegar a un sonoro orgasmo que estremeció su cuerpo. Luego nos quitamos toda la ropa cada quien, quedamos en cueros, ahora ella se subió sobre mi y nos besamos y ella me fue besando el cuello, las tetilas que rico lo hacía, luego mi pecho, mi vientre y finalmente atrapó con sus labios mi dura erección, la mamó como una diosa, yo me revolvía en la cama aguantando esa suculenta chupada de verga que me daba Eva. Luego puso mi verga entre sus mágicas tetas, me hizo una cubana increíble, la mejor hasta ese momento de mi vida, creí que me correría como un quinceañero, pero no se que hizo ella, me apretó con sus dedos justamente arriba de mis cojones y eso evitó en pocos segundos que me corriera, luego se fue subiendo encimada de mi y tomando mi verga se la enterró en su mojada raja caliente, me cabalgó con mucha experiencia primero lento, ofreciendome sus tetas para mamarlas y poco a poco ella se movía a diferentes ritmos que me hizo gozar al máximo, ella tuvo otra venida alli encima, luego de forma salvaje me cabalgó hasta que eyaculé como nunca, creo que derramé un vaso de semen en su vagina, pues no terminaba y ella seguía moviéndose hasta terminar de ordeñar mi verga. Quedé cansado. Ella se desmonto y se fue a lavar la raja, al regresar me dijo -oye Fernando que cantidad de semen me hechaste ...