Llenando el lugar de mi padre con mi madrastra - Relatos Eróticos

Llenando el lugar de mi padre con mi madrastra

... cariño, no dejaba de salirme de mi cuquita!- Charlamos un poco, ella primero se disculpó por lo ocurrido, pero me dijo que sus días eran solitarios, esperaba todo el día solo para atenderme y charlar, todo en una hora y luego de nuevo a su soledad, yo entendí a Eva y le dije que me disculpara por olvidarme de ella. Nos besamos otro poco y luego con sus expertas manos me masturbó hasta hacer que mi verga entrara en combate de nuevo. Ahora con la luz prendida, yo la puse en cuatro, deseaba ver su redondo culo, lo besé, lo lamí y le abrí las nalgas para pasarle mi lengua por la raja y por el culo, ella comenzó a gemir y a decirme que se lo hacía rico, que siguiera, yo le chupé todo el culo y le metí dos dedos en la raja y la masturbé duro, ella se mojó mucho, me pidió y casi gritó que se la metiera, me puse atras y puse mi verga en la entrada y la fui deslizando por toda su vagina mientras ella gemía y gemía, luego comencé a darle duro y seco, nuestros cuerpos se fusionaban con un inmenso calor externo e interno, pues su vagina estaba calientisima, después de un rato ella se dejó caer en la cama, estaba teniendo otro orgasmo, yo seguí ensartándola duro hasta que mi verga comenzó a expulsar de nuevo buenos chorros de semen dentro de ella. Nos quedamos ahora quietos, más fatigados, yo encima de ella, pude sentir como mi pene se iba reduciendo de tamaño hasta abandonar su raja, llena de la mezcla de sus jugos con mi semen. Pusimos un poco de tv, al no tener más charla. Ambos ...

... desnudos entre las sabanas, ella abrazada a mi y con su cabeza en mi hombro. Al rato aún no satisfecho, comencé a besarle sus manos, sus brazos y luego besé sus tetas, sus pezones se erectaron al contacto de mis labios, ahora me fui acomodando encima de ella y la penetré, ahora el ritmo fue lento, nos daba tiempo incluso a decirnos cosas y besarnos el cuerpo. Fue un palo lento, pero no por eso no fue delicioso. Tardamos cualquier cantidad de minutos asi, hasta que nos corrimos juntos, ahora casi ya no eyaculé mucho, mi tercer palo!!. Nos quedamos dormidos, ella se levantó, lo sentí, y abandono mi habitación. Esa noche ella dejó el luto y comenzó a vestirse de nuevo como antes. Habían pasado seis meses después de la muerte de papá. Al día siguiente, durante el desayuno ella se acercó a mi y me dijo que yo la perdonara por lo de anoche, yo le dije que me perdonara a mi por mi indiferencia y haberla olvidado, le dije que yo sabía que ella había sido siempre fiel a mi papá y que ahora ella era libre como mujer soltera. Cuando iba a salir le dije que se pusiera algo bonito en la noche pues la sacaría a cenar, ella me dio un beso antes de irme. En la noche, la pasé a buscar, estaba bellisima con un vestido con amplio escote, me dijo que era para mi. Apenas pude esperar terminar la cena, entrando a la casa la abracé y la cargué y la llevé a su habitación, a su cama, la desvestí con mis manos y poniéndome encima la ensarté como violándola, le di duros bombeos ante los gemidos y quejidos de ...