APRONTANDO LA CAÑONERA - Relatos Eróticos

APRONTANDO LA CAÑONERA

... aprovechando una especial situación. No conocía ni a Violeta ni a Raúl… No voy a ofenderlos…, aunque Violeta, la nena, probablemente un par de años menor a Malena, no tuvo dudas ni complejos para, en la primera ocasión, apoyar su mano sobre mi bulto, antes que Malena tuviera esa intención… ¡Las criaturas son impredecibles!
Cuando Malena llevó su manita hasta mi entrepierna y se encontró con la de Violeta, me miró sonriente y… compartió mi entrepierna…, aunque, claro, ella tenía prioridades…, por lo cual decidió mostrárselas a Violeta, corriendo el cierre de mi vaquero, metiendo la mano y, muy delicadamente, por suerte, retirar mi pija de la opresión, y lucirla en su mano, aprovechando la semi oscuridad del cine. Violeta inmediatamente llevo su mano a compartir mi carne con su amiga. 
¡Carajo! ¡Estas minas me van hacer acabar! ¡Para qué!
-¡Me corro, tesoro! – Se lo dije al oído a Malena. Ella sacó un pañuelo, no sé de donde, y me cubrió el glande. ¡Allí quedó, por suerte, el semen descargado! 
¡Y yo ni siquiera había metido mis manos bajo las polleritas de las nenas! ¡Qué chicas apresuradas!
De cualquier manera, ahora me tocaba a mí… ¡para eso traían polleras! Les metí ambas manos a cada una, acariciándoles las conchitas, con muy discreto caudal de pendejitos, suaves y rizados, y con gran humedad, esperando por supuesto mis caricias. Mientras Raúl se entretenía con la tetita derecha de Violeta, yo le metía dos dedos en su conchita, haciendo un símil mete-saca como si ...

... de pija se tratara, aunque, claro, no es lo mismo, ni para mí ni para ella, pero…, se hace lo que se puede. Por supuesto siempre me humedecía de saliva los dedos.

Malena me habla al oído…
-Dani…, tengo ganas de chupártela…
-Agachate y ponete de rodillas entre mis piernas… Nadie se dará cuenta… - Total… en la última fila todos estaban tratando de hacer lo mismo… ¡hasta un roñoso como de 50…, que por no pagar un telo…, viene a rascar al cine…!
Se colocó tal como le dije, me corrió la cremallera del vaquero, me la sacó –con cierta dificultad, pues ya le tenía al palo-, y se la llevó a la boca. ¡Sin la menor duda tiene su experiencia! ¡Los labios y la lengua hacen el trabajo perfecto! 
¡Ese es el motivo! Quiere que yo sepa que no es una improvisada primeriza…, sino una experta “mujer” con todos los atributos capaces de brindar placer… ¡Es lo que no voy a desperdiciar!
Su perfecta mamada dio rápida indicación a los testículos…; pocos minutos pasaron antes de que yo eyaculara con tremenda descarga. Malena no la retiro de la boca. Sólo la abrió más para poder respirar. El semen se desplazó competente hasta la garganta de la jovencita. Tragó complacida hasta la última gota…
Cuando volvió a la butaca, la besé compartiendo los últimos grumos de semen que habían quedado…
-¡Mi amor! ¡Qué rico que lo hacés!
-¿Te gustó mucho? ¡Tanto me alegro!
-En cuanto podamos te devuelvo la gentileza…
-¡Si! En cuanto salgamos vamos a casa…
-Pero… ¿y tu papá?
-Seguramente, luego de vernos ...