1. El maleante que se cogió a toda mi familia


    Fecha: 25/03/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Somos una familia compuesta por mi mamá, mi padre, mi hermano mayor de 25 años y yo que tengo 22, vivimos en una colonia popular aunque nuestro status económico es un poco mejor que el de muchos ya que mis padres y mi hermano trabajan.
    
    Yo por fuerza cuando salgo de la escuela en la tarde noche tengo que pasar por el parque donde generalmente se reúnen los vagos del barrio, nadie me molesta porque aunque diferente a ellos formo parte de la colonia, esto fue así hasta que apareció Candelario, un tipo que recién había salido de prisión en donde había estado preso por robo, asalto y lesiones, de aspecto siniestro, de aproximadamente 40 años, alto, fornido, pelo chino con patillas estilo antiguo y abundante bigote y hasta cierto punto atractivo, como galán de los 70’s.
    
    En cuanto me vio se acerco a mi diciéndome puras leperadas ante la risa de los demás que ahí estaban, -¡Quibole mi reina, a poco eres la Sara, mira nomas que sabrosa te pusiste, estas bien rica, cuando me fui eras una escuincla y ahora ya estas buenísima¡-, me decía mientras me veía de una manera por demás lujuriosa mi escote el cual dejaba ver mis grandes pechos, yo no atinaba a decir ni a hacer nada ya que le tenía pavor a ese hombre por los comentarios que de él se decían y solo atinaba a balbucear tímidamente algunas frases, -¡Por favor señor…déjeme pasar…yo no lo conozco…déjeme…por favor…¡-, y Candelario me dejo pasar no sin antes tocar mi trasero haciéndome sentir su manota en la delgada tela de mi ...
    ... faldita que llevaba ese día, quise reclamar pero me contuve y seguí mi camino hacia la casa, estando ahí no comente nada porque sabía que sería peor al saber la clase de animal que era ese hombre.
    
    La siguiente vez trate de rodear el parque para no encontrarme con Candelario pero él me salió al paso en la oscura calle que había elegido para ello, -¿A dónde mamacita…? ¡sabes que me encantaron tus tetotas y tu rico culote que te cargas¡…¡solo quiero que me dejes tocarte esas cosotas y te dejare ir…¡-, yo para esas alturas estaba aterrada, aunque había algo en ese hombre que me impedía actuar con cordura, yo pensaba que era el miedo pero no era eso, aún así trate de oponer resistencia, -¡Por favor señor…no me haga nada…déjeme ir y no le diré a nadie de esto…¡ ¿si?...por favor…¡-, pero él no estaba dispuesto a dejarme ir así nada más y comenzó a tocar mis pechos con una de sus manos mientras con la otra se apoderaba de mi entrepierna a través de mi pantalón, -¡Aaaahhhhh…que ricos y duros tienes esos melonsotes mamacita…y tu panochita esta bien abultadita…eres un culito bien rico…aaahhhhh….¡-, yo estaba en shock, sus tocamientos me tenían al borde del orgasmo y él se dio cuenta, me tomo una de las manos y la puso en su terrible erección, a través del pantalón pude sentir la cosa mas grande y dura que había tocado en mi vida, no supe como pero al instante él ya se había sacado su cosota y yo la tocaba toda, la acariciaba, la sobaba con devoción como si esa cosota hubiera sido mía ...
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