1. MIS BAJAS PASIONES (El Vecino)


    Fecha: 26/03/2019, Categorías: Voyerismo Autor: XCITANTDLC, Fuente: SexoSinTabues

    Desde que adopte el exhibicionismo, siempre tuve en mente el calentar a cualquier hombre cual fuera el precio, pues aparte de exhibirme, tenía la necesidad de satisfacer mi sexualidad, siempre en busca de sexo, lujuria, cachondez, perdida en el vicio de la pasión. Cuando mi hermano Antonio, se compró un automóvil sin tener donde estacionarlo, ya que los lugares existentes eran ocupados por el auto de mis padres. Ante esta situación mi padre le dio el lugar a mi hermano, mientras que mi padre le rento un pedazo de terreno a un vecino y yo sería la encargada de mover el carro de mi padre, con todo esto por mi mente pasaron muchas cosas pues tenía claro que solo había que entrar a la casa del vecino por la calle de atrás y cruzar por el prado interno para llegar a mi casa, mi intención era más que clara, encontrarme lo más frecuentemente posible con el señor Santacruz y originalmente coquetearle y dejarle, si las circunstancias lo permitían, ver mis "encantos" muy de cerca, aunque luego cambio la finalidad que perseguía con el vecino. Todos estuvimos de acuerdo y así se hizo. Empecé por determinar el horario en que el vecino salía a su trabajo y la hora en que regresaba para procurar coincidir con él y llevar a cabo mis morbosos proyectos. Los dos primeros días no le vi, no obstante que procuraba hacer algo de ruido extra al entrar o salir de su cochera, una semana después ya sabía con cierta precisión sus horarios de salida y entrada, el primer día en que nos encontramos me ...
    ... saludó muy caballerosamente poniéndose a mis órdenes para todo lo que se me ofreciera, ese día yo vestía con un pantalón por lo que solo pudo verme la figura de la cintura para abajo, pero llevaba puesta una blusa escotada y pude darme cuenta con claridad como sus ojos recorrieron la parte alta de mis tetas que estaban a la vista, sin pasar a mas por el momento. Además de los saludos le comenté, con toda intención, que no sería mi hermano quien estacionara su auto en el lugar que amablemente nos rentaba, sino yo, tal vez me lo imaginé pero en su rostro apareció una sonrisa de beneplácito, quizá por ello en los primeros días no le interesaba asomarse cuando oía el ruido el auto que llegaba o salía. Al día siguiente en cuanto encendí el motor para que se fuera calentando apareció el señor con una franela simulando que limpiaba su automóvil, se acercó a mi carro para saludarme, pero sus ojos se fueron directamente a mis muslos que estaban a su vista en más de la mitad de su longitud, ya que con toda premeditación me había puesto la falda más corta del uniforme escolar y además de su breve tamaño me la subí un poco más de lo que hubiera sido normal para que mi caliente vecino se deleitara viéndome las piernas tan cerca como no lo había hecho nunca, aunque me conocía totalmente encueradita y hasta me había visto masturbándome, siempre había sido a considerable distancia. Cuando regresé del colegio, al estacionar el auto me encontré que el auto del vecino estaba en el lugar en que yo ...
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