El Intruso 5 - Relatos Eróticos

El Intruso 5

... continuaba cuando ella asentía, ya no soportaba más, mi pene reventaba en mi pantalón, mi mente nublada de excitación quería masturbarlo, pero mi escasa cordura me decía que ahí no era lugar, el café tenía escasa luz, pero aun así podía ser muy obvio, en eso estaba cuando vi como ramón movió sus caderas más rápido, mi niña negaba con la cabeza, pero ahora no se detuvo, al contrario arrepintió más fuerte, tanto que mi hija muy posiblemente gritó, tanto que Carmen salió de la cocina y desde el marco los vio. Ramón enloquecido se movía como poseso, mi hila negaba y se retorcía como una perra frente a ramón y mi muer desde el marco solo los veía, vi como abrió su boca demostrando excitación, al parecer a ella también le gustaba observar como su macho se jodía a su hija frente a ella; ramón arqueó su cuerpo y miro al techo, muy seguramente eyaculaba el algún agujero de mi hija, quien seguía negando y retorciéndose. Toqué mi pene con dos dedos y eso fue suficiente para que eyaculara en mis pantalones, no pude evitar gemir y apretar mis dientes, mi ojos se nublaron sintiendo como mi semen salía ensuciando mi pantalón, mi compadre y yo tuvimos un orgasmo simultaneo, respiré agitado un rato mientras veía como Carmen se acercaba mi hija y la acariciaba del cabello, algo le decía, parecían palabras de consuelo, mi niña asintió y se abrazó de ella, las dos denudas estaban abrazadas mientras ramón buscaba su cerveza para tomar un trago; Cerré la laptop cuando vi que uno de los chicos ...

... del café se iba acercando ‐ Hola señor buenas tardes, ¿todo bien? ‐ Si gracias, si ocupo algo yo te hablo Se alejó despidiéndose amablemente, iba abrir mi laptop y ver qué pasaba pero vi la hora y decidí mejor irme del lugar, aun tenía que entregar la unidad y checar la salida mía y de mi compadre, llegué con mi unidad hicde lo cometido y subí a mi auto, no sabía como iba a reaccionar, respiré hondo y me dirigí a mi casa, mi mujer estaba correctamente vestida, mi compadre ya no estaba ‐ ¿Y Ramón? ‐ Se fue temprano, casi ni estuvo, como estaba perlita pues no pudimos hacer nada, así que se fue ‐ Ah ‐ ¿pasa algo? Te noto serio ‐ No, nada, solo cansado, me voy a bañar Subí a mi recámara y me cambié, ya habían pasado horas desde la cafetería pero aun traía las manchas, me quite mi ropa y me metí a bañar, recibía la tibia agua en mi rostro cuando escuche que la puerta se abrió, sentí como alguien abrió la cortina y mire viendo como Carmen completamente desnuda entraba a la ducha conmigo, no dijo nada, solo se acercó a mí y me beso, el agua nos cubrió mientras nos besamos, sentí como ella con loca pasión me beso, sus besos despertaban en mi mucha pasión, sus tetas mojadas se pegaban a mi pecho, su cadera hermosa se meció hacia mi como invitándome a coger y contento con ello, su mano derecha fue a mi pene, el cual ya estaba erecto solo con verla entrar, me masturbo un rato mientras me besó. ‐ ¿y ahora?-- Pregunte yo extrañado ‐ ¿qué no puedo desear estar con mi esposo? ‐ Sí, pero ya ...