Oscuro Deseo - Relatos Eróticos

Oscuro Deseo

Las reglas morales rigen nuestra vida en sociedad, su importancia es indiscutible, para mantener un clima de armonía y respeto en nuestras relaciones entre amigos pareja y familia, mas desde luego se pude llegar a sanas excepciones en la vida, que hacen más atractiva, nuestro tránsito en pareja y derrumban la enorme pared rutinaria de la vida conyugal

Este relato es basado en un hecho acontecido hace algunos años atrás que enriqueció la relación con mi esposo y enalteció la figura de la amistad en nuestras vidas.

Mi nombre es Flavia, madre abnegada de dos hermosos niños, de profesión Arquitecto, amante fiel de mi esposo Claudio, nos conocimos estudiando nuestra carrera, fue amor a primera vista, poco después de graduarnos tomamos la decisión de casarnos, esto cambio nuestras vidas para bien, somos como dicen , la pareja feliz y perfecta.

Como dije al principio a veces llegamos a acuerdos que no concuerdan con nuestro momento ni con la forma típica que tenemos de pensar, más nos damos cuenta a la larga que si hay sinceridad y respeto entre las partes se pueden romper las reglas sin vernos afectados negativamente y disfrutar de nuestros sentidos al máximo.

Ese día, estábamos a la espera de la visita de un viejo amigo de toda la vida de mi esposo y mío, Rubén yo lo conozco a través de mi relación con Claudio, más nuestra amistad es casi de hermandad, Claudio y Rubén han cultivado su relación de amistad desde la infancia se tienen un afecto enorme y yo me he unido ...

... integrada perfectamente a la relación.

Rubén comparte nuestra carrera, es muy moreno alto de contextura delgada, con los años algo barrigón, nunca se casó le es difícil encontrar una pareja estable, aunque el siempre pregona querer una familia, el habita al interior del País así que pasaría una noche con nosotros.

Para la ocasión decidimos dejar a los niños con sus tíos para tener un cuarto extra y que se sintiera cómodo en casa y también para poder hablar con sosiego y descansar de nuestros niños.

Era costumbre vernos aunque sea una vez al año, más había algo diferente en esta visita , particularmente estaba ansiosa por que nos visitara, llego el fin de semana y muy puntualmente tocan la puerta , Rubén siempre sonriente nos saluda con un gran afecto , Claudio y él se abrazan efusivamente , dispuestos a contarse las novedades que acumulan desde su larga ausencia, disfrutamos del día comiendo y charlado de todas las trivialidades y temas que podamos recordar , entre tragos y risas , florecen todo tipo de conversaciones, la velada esta amena desde el principio estoy algo diferente , emocionada, alterada y feliz diría que algo excitada, el alcohol se me sube a la cabeza Rubén y Claudio se ven muy abstraídos en sus conversaciones, en cierta forma me siento ignorada.

Claudio se para a renovar la bebida y aprovecho para seguirlo y pasar mi mano sobre sus nalgas, Claudio se nota incómodo y me dice que este no es el momento.

Algo frustrada e ignorada, tomo la decisión de ...