La prima de mi madre XVI - Relatos Eróticos

La prima de mi madre XVI

La prima de mi madre XVI

Sexto día con blanca

Quinta parte

Entremos en esta cafetería a ver si vuelven a picar, que te parece Blanca? de acuerdo, entramos en la cafetería había bastante gente pero encontramos una mesa libre, Blanca volvió a pedir la consumición, mientras estábamos hablando de nuestras cosas dije a Blanca: objetivo a las 11, tres presas a la vista, vaya aprendes muy deprisa cariño ya los veo están hablando entre ellos dentro de poco los tendremos encima. Ya se levantan y vienen hacia nosotras ya sabes tu calladita Gloria, no te preocupes Blanquita ya se lo que tengo que hacer, unos segundos después ya estaban en nuestra mesa. Uno de los tres que debía llevar la voz cantante dijo: Hola señoritas habíamos pensado que a lo mejor os apetecería estar con nosotros y después a lo mejor os gustaría venir a nuestro apartamento, lo siento pero estoy con mi mujer dijo Blanca, añadiendo: se agradece de todas formas gracias, lesbianas tenían que ser que asco váyanse a la mierda, inmediatamente otro chico mas joven dijo: Perdonen a mi amigo a sido un poco brusco les pido mil disculpas tengo mucho respecto por estos colectivos son ustedes muy guapas espero que se diviertan lo vuelvo a repetir pido mil disculpas adiós mientras empujaba al que llevaba la voz cantante.

Que te había dicho si no hemos ligado es por que no hemos querido dijo Blanca, tienes razón dos "chicas" como nosotras estando tan buenas pero como somos "lesbianas" le comente riendo, estamos ...

... buenísimas y hablando de buenísimas casi son las once recuerda que tenemos una cosa pendiente me comento Blanca, tienes razón vamos a casa. Fuimos al garaje subterráneo donde habíamos dejado el coche, cuando ya estábamos sentados en el coche sin previo aviso le di Blanca un largo y apasionado beso metiendole la lengua hasta tocarle la campanilla, cariño vaya besote que me has dado, quiero otro me dijo, volvimos a juntar nuestras bocas tocándonos con pasión nuestras lenguas mientras yo por debajo de la camiseta de Blanca le estaba tocando sus grandes pechos de pronto sentí una dulce mano que por debajo de la falda me tocaba dulcemente mi pajarito que quería salir de su nido, cariñito que me vuelve el tembleque a las piernas me dijo Blanca, deslice la mano por debajo de la falda para tocarle suavemente por encima de sus braguitas su calentito tesoro, cariñito esta mano esta haciendo prodigios no la quites de mi tesoro contesto Blanca, al cabo de un rato dejamos nuestras manos quietas mientras Blanca respiraba profundamente subiéndole y bajándole su opulento pecho, por mi parte mi pajarito volvía a su nido. Nos vamos cariñito poniéndose como pudo la ropa en su sitio sin dejar de respirar profundamente y con una sonrisa de placer. Casi una hora después ya estábamos en casa entrando a la cocina por la puerta del garaje.

Puedo decirte una cosa Blanquita? por supuesto me dijo, siéntate por favor, lo necesito todavía tengo el agradable tembleque en las piernas ya sabes en el coche me ...