1. Cómo se goza a un Mister Gritón


    Fecha: 02/04/2019, Categorías: Gays Autor: marianoking, Fuente: SexoSinTabues

    ... deshinivido y me paraba más sus tomaticos. Esa colita tragaba verga y yo estaba a más no poder, se la tuve que sacar de golpe y voltearlo para clavársela en la boca suavecito. Un espejo de su cuarto dejaba ver como todo mi cuerpo se iba sobre su boca y entre cada arcada le arrancaba una lágrima. Constantes Gghh,ghh,ghh, se encerraron en la habitación, fue uno de los pocos minutos en los que mi Mister no gritaba de placer. Se lo saco bien lubricado de la boca, la película hacía poco rato había terminado nuevamente, pero entre el momento no nos percatamos. Me llevo sus piernotas hasta mis hombros, pesaban una barbaridad, pero tenía que portarme a la altura; hubico mi verga nuevamente en su hueco y se lo dejo ir, ahora más suave. Sssshhh afff, que rico! Exclamaba con un tono que parecía de actriz porno. Después de 5 minutos se la saco y meto de nuevo en esa pose mi boca en su culo; ya más abierto, estaba rojito, mi lengua lo perforaba con facilidad, metía de 3 dedos y otra vez la lengua, y así. Ahhh, ahhh, ahhh. Tenía que taparle la boca por gritón. Mis mordiscos en su culo lo elevaban al máximo. Le meto de nuevo la verga y con sus piernas él apreta mi cuerpo, ahora yo no tenía escapatoria. Tenía al Mister suplicando huevo, quién con lujuria me decía al oido que lo bañara en leche. Eso me subía el morbo y lograba penetrarlo sólo con la cabecita que entraba y salía con agilidad de su culito, por momentos se escapaba pero por su rigidez encontraba su premio rápidamente. Lo ...
    ... embestía con media verga, luego con toda, luego con la cabeza, y el seguía pudiendo leche. Le pregunté si quería comérsela, que yo se la echaba todita en su boca; no parecía muy convencido e insistía en que le llenara el culo, quería que mi leche calientica fuese descargada en su interior. Y ante mayor petición le deje ir uno cuantos chorros de leche espesa. Afff, afff, affg, aunque yo había evitado no gritar tanto, no pude más y exploté. El se retorcía y como pudo me despegó un poco de su cuerpo para masturbarse al tiempo que mis chorros y embestidas se hacían más leves. Hasta su cara chocarron con fuerza aquellos lechazos, el sólo cerraba los ojos, aunque entraron bastante en su boca, que seguía abierta porque respiraba con fuerza del cansancio. Hasta la última gota la dejé dentro y de a poquito le fuí sacando la pinga, estaba prensada y las venas muy marcadas. Observo aquel culito rojísimo, más abierto y profundo, desflorado, cual capullo de rosa a medio abrir; y aún con sus piernas al aire deja escapar un poco de mi semen que intenté con mi dedo introducírselo, consiguiéndo que cómo un agujero negro succionara mi dedo índice por completo, y adentro, sentía como estaba todo mojadito y ardiendo, como gelatina a medio coser. Su culo parecía tener vida, estaba palpitando, se abría y cerraba muy rico. Aún con mi verga a pocos centímetro del huecote, le permito que la tome y le dé jalones, para exprimir la última gotica transparente que brotó de los labiesitos de la pinguita ya casi ...
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