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Historias de la Secundaria
Fecha: 04/04/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... tenis para poder quitarme el pants, cuando me quedé en bóxer me sentía avergonzado algo sucio por lo que hacía y preferí no mirar al subdirector pero notaba su mirada clavada en mí, finalmente decidí darme prisa y me baje los bóxer con cuidado y cubriéndome el pene con mis manos para que no me viera quedando desnudo de la mitad del cuerpo. Estiró la mano para que se los diera y así lo hice, lo dejó en el escritorio con los otros y se acercó a mí, ya estaba a punto de ponerme el pants cuando me detuvo y me dijo que esperara que aún no habíamos terminado y que me volteara, yo tenía mis manos cubriéndome el pene y al ver que no me moví el agarró mis hombros y me volteó a la fuerza me agachó y me soltó un par de nalgadas fuertes en cada nalga y me dijo que ese era mi castigo y que se quedaría con mi ropa interior como garantía y que si lo volvíamos a hacer nos arrepentiríamos al igual que si le contábamos a alguien lo que había pasado ahí, le dije que no diría nada y me vestí, cuando me dijo que ya me podía ir y que me fuera a mi casa también agregó diciendo que yo había sido el más decidido de los 4 ya que nunca le volví a suplicar mientras que los otros se les había quitado lo machito al casi llorar, yo no dije nada y me fui a mi casa, lo único que quería era salir de ahí. Ahora todo tenía sentido, ese rumor del subdirector no se refería a lo estricto que era sino a sus métodos que empleaba con los alumnos, seguramente todos los alumnos que antes habían pasado por él, les ...
... había pasado lo que acababa de pasarnos a nosotros o al menos algo parecido. Ese fin de semana no tuve contacto con mis amigos, ni me buscaron ni los busqué era evidente que preferimos tener un momento a solas, fue hasta el lunes que los vi, aparentemente todo normal nadie decía nada ni se atrevía a decir palabra alguna porque no queríamos que nuestros compañeros se dieran cuenta, hasta que a la hora de receso por fin salió el tema y coincidimos que nos pasó lo mismo, así que decidimos dejar esos juegos por temor a que pasara algo más grave. Pero pasó el tiempo y ese temor se nos fue quitando, y volvimos a ser los mismos jóvenes bromistas, no solo volvimos a toquetearnos sino que ahora aumentamos de nivel, al tomar desprevenida a la víctima y bajarle el pantalón. En este sentido fui la peor victima porque una tarde estando platicando con Clara llegó Poncho sigilosamente y me bajó el pants delante de ella pero lo hizo tan fuerte que se llevó los bóxer también y me quedaron hasta el tobillo y no puede evitar que mi amiga me viera el pene, ella solo se rio y se sonrojó, y yo porque querer agarrar a Poncho que salió corriendo me di la vuelta mientras me subía la ropa e hice que también me viera las nalgas. Como era de esperarse Clara no guardó el secreto y se encargó de difundir el evento que ocurrió a todas las compañeras del salón, yo mismo la escuché como les decía que tenía unas nalgas bien formadas y se veían firmes y que lo que más le gustó fue mi pene porque tenía un lunar que ...