1. LOS 7 PECADOS SEXUALES 5


    Fecha: 04/04/2019, Categorías: Incesto Autor: Beto43286158, Fuente: SexoSinTabues

    ... dármelo allí mismo. Suspiro, me sacudo los hombros y me concentro en lo que iba a hacer, cocinar. Preparo todos mis utensilios, los ingredientes, un mandil viejo que me regaló mi madre, y me dispongo a preparar la comida, después de unos minutos, recuerdo que la cacerola que necesito está en la parte alta de la cocina, y no la alcanzo. La pequeña escalera de madera que tenía en la cocina para eso hace meses se quebró y desde entonces les pedía a Pedro o Raúl que me ayudasen a bajarla. -¡Raúl!, puedes venir un momento. - Le grito. - -Me estoy bañando. –contesta desde el fondo de la casa -Necesito que bajes la cacerola de arriba de la cocina. En cuanto puedas ven. -Está bien. - No pasó ni un minuto cuando escucho sus pasos descalzos acercándose, cuando entra a la cocina, me vuelve a incomodar su presencia. Tapado con una toalla en la cintura solamente, su cabello mojado y su piel aún cubierta con pequeñas gotitas de agua que la hacían brillar de una forma extraordinaria, toma una silla y se acerca a las repisas se sube e intenta tomar la cacerola pero se tambalea, y pareciera que se va a caer. Sin pensarlo trato de sujetarlo para evitar su caída, pero lo único que pude sujetar fue su toalla. En ese instante el brinca hacia un lado para evitar caerse, pero la toalla no se movió de su lugar, gracias a que yo la tenía sujetada con mi mano. Todo fue en cámara lenta, con música instrumental de fondo y estrellas rodeándonos. Mi pequeño Raúl, en el aire como flotando lentamente ...
    ... hacia abajo, y su fierro junto con sus bolas acompañando su cuerpo se tambaleaban en el aire al bajar, tan cerca de mí, que hasta su olor a limpio alcancé a distinguir. -¡Mamá!- me reclamó Raúl. Mientras me quitaba la toalla para taparse. No podía dejar de mirárselo, aunque quisiera. A decir verdad, no quería dejar de mirárselo. Se quedó mirándome a los ojos y cuando lo volteé a ver, fijamente dijo: -Te gusta. -Eres mi hijo Raúl, y punto aquí no ha pasado nada. -Le argumenté muy seria. -Eres mujer, mamá, y con hijos, casada con un hombre, así que independientemente de quien lo tenga puesto, te gusta. -Pues el tuyo no me gusta. - Le dije muy segura. -No lo has probado, no puedes asegurar que no te gusta. - Sonrió y se me acercó un poco mientras dejaba caer la toalla al suelo. Al asomarse, su miembro duro como tronco, grande y grueso, apuntaba en dirección de mi abdomen. -¡Raúl, No!- Fue todo lo que me dejó decir, con un dedo calló mi boca haciendo solamente –shhh-. Acarició mi cabello, tomó mi cabeza por la parte de atrás con una mano y me acercó a su cara para besarme. Sus labios carnosos y tiernos me recordaron a los de su padre en su juventud, su carácter rudo y seco, desde que era un niño me había cautivado, sabía dominarme, su lengua comenzó a entrar en mi boca y yo le respondí chupándosela para indicarle que estaba de acuerdo, que me gustaba, que estaba dispuesta a hacer aquel acto tan prohibido ante la sociedad, sexo madre e hijo. Se arrodilló ante mí, levantó y metió sus ...
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