1. La boda


    Fecha: 04/04/2019, Categorías: Gays Autor: DENYS PERVERSO, Fuente: CuentoRelatos

    ... Vanesa, apoderarse de mi potente dureza, una fuerte descarga electrica sentí cuando mi fusta aparto pliegue a pliegue cada centimetro de su húmedo canal, ¿Vanesa estaba deliciosamente estrecha? o en verdad mi verga estaba muy hinchada, no lo sé, pero que el estuche estaba mas chico que su contenido era cierto.lentamente se movió de arriba a bajo, sus piernas no perdian contacto con las mias, y su puchita frescamente afeitada engullia golosa toda mi virilidad. Si algo debia reconocer, es que Vanesa, a su corta edad, era una extraordinaria amazona, que a punto estuvo de ordeñarme como aun novato. Le palmeeé las nalgas, la recoste con sutileza, y la penetré en posicion de misionero. La besé, hasta que logré que quisiera devorar mi boca, de la misma manera que devoraba mi verga con su apretado biscochito. Separé mi boca y me acomodé para embestirla con más fuerza, ya no la solté, sabia que su orgasmo estaba muy proximo. ¡Ah! que faena logre, despues de algunos segundos, Vanesa, se vino de manera escandalosa, las uñas de sus manos se enterraron en mi espalda, sus pies sumian el colchon, de tanta fuerza que ocupaba para apoyar sus contracciones, hasta quedar totalmente inerte, momento que aproveché para sepultar mi ereccion hasta el fondo y depositar mi ardiente semilla dentro de su delicioso y permeable orificio. Despues de aquel ardiente combate, permanecí varios minutos montado en mí nuera, me zafé de su grata prision y me recoste a su lado: despues de la tempestad, viene la ...
    ... calma. Vanesa dormia profundamente, no podia ser de otra manera, Magaly, lo hacia cada vez que su orgasmo le apremiba de esa forma. Nunca necesite copular mas de una vez por noche, a pesar de que en ocasiones senti ganas de volver a pooserla. A penas comenzaba a recobrar el aliento, me dieron ganas que agarrar su sexo, y confirme que estaba liso y afeitado, ni un solo pelo. Solo su rendija expuesta a mi lascivia, introduje un dedo y percibí su cofrecito empapado de ella, y de mi semen. Ella permanecio quieta, sin mostrar sentir mi atrevimiento. Me dije ¡basta! Me quede quieto sin la más mínima seña de sueño. Entonces comenzarón los remordimientos, hasta ese momento me di cuenta de la magnitud de lo que había hecho.
    
    De lo que no habia calculado. Vanesa se daría cuenta al descubrir que su marido durmió en el baño, eran demasidos detalles lo que debía arreglar. Y tambien sabía que al arreglarlos habría otras consecuencias. La realidad me apubulló. Si contaba con suerte Vanesa, callaría la verdad. Si no, mi hijo querría matarme con justa razón.
    
    La cama me quemaba y no era por la pasion que instantes antes me había consumido. Sentí vergüenza, temor y angustia. Me levante rapidamente recogi mis prendas como pude y me fui a mi recamara, preparé rapidamente mis maletas, y salí de mi casa, antes que sol hiciera su aparicion. Me fui a una finca, que tenia a mucha distancia de aquel sitio. Donde fui feliz y estuve a punto de provocar la desgracia de mi hijo. Días despues, escribí una ...