1. Adelita, su padre y su amiga


    Fecha: 05/04/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    Sábado, 30 de junio de 2018 - 11 de la noche - En un pueblo de Galicia.
    
    Adelita estaba desnuda sobre la cama con una mano en la nuca de su amiga Marta, (también desnuda y con la cabeza entre sus piernas) y la otra agarrando con fuerza una de sus preciosas y enormes tetas. Sus ojos estaban cerrados y de su boca abierta salían gemidos de pre-orgasmo. Moviendo su pelvis de abajo arriba, de arriba abajo y alrededor, le dijo a su amiga:
    
    -Me voy a correr, Marta, me voy a correr.
    
    Adelita, aceleró los movimientos de pelvis y se corrió en la boca de su amiga, jadeando como una perrita.
    
    Al acabar se echaron boca arriba en la cama.
    
    Adelita tenía 18 años y era mulata. Su cabello era negro azabache, rizado y largo. Medía 1 metro 75, pesaba 90 kilos, y sus medidas eran: 112, 90, 124. Su amiga Marta, tenía su misma edad. Era rubia, de ojos azules, y su cabello era cortito. Medía 1.78. Pesaba 58 kilos, y sus medidas eran 86,58, 90. Las dos querían ser modelos, cada una en su categoría.
    
    Gerardo, el padre de Adelita, había escuchado los jadeos. En bata de casa fue a la habitación de su hija, y en el umbral de la puerta, le preguntó:
    
    -¿Estás bien?
    
    Adelita, para disimular, comenzó a gemir, y gimiendo le respondió:
    
    -Estoy gorda como una vaca.
    
    -Estás como una flor.
    
    Adelita y Marta se sentaron en el borde de la cama.
    
    -Como una flor marchita.
    
    -No, hija, eres muy, pero que muy, muy guapa.
    
    -No soy guapa, soy gorda, y las gordas no son guapas. ¡Cómo voy a ser ...
    ... modelo!
    
    Marta, entró en el juego.
    
    -No digas tonterías, eres preciosa.
    
    Gerardo, que era un hombre de 1.82 de estatura, de 42 años, moreno y fuerte, fue al lado de su hija, que lo cogió de la mano para que se sentase en medio de ella y de Marta. Gerardo le apartó el cabello de la cara, le puso un dedo en el mentón, le levantó la cabeza, le recorrió la cara con las yemas de sus dedos, y mirándola con sus ojos de ciego, le dijo:
    
    -Tiene razón tu amiga. Eres la flor más bonita de toda Cuba. Cada día te encuentro más guapa y con la piel más fina.
    
    -Soy un cardo.
    
    Gerardo, le acarició el cabello con una mano, y besó a su hija en la mejilla.
    
    -Eres una rosa.
    
    Adelita le dio un pico en los labios a su padre, que le dijo:
    
    -Eres la cosita más dulce que hay sobre la tierra, Bernarda.
    
    Bernarda, era la madre de Adelita, una cubana que los abandonara tres meses atrás, y al hacerlo, a Gerardo se le fuera la olla.
    
    Marta, le dio otro pico. Gerardo, sonriendo, les dijo:
    
    -¡Ay qué traviesas!
    
    Adelita le llevó una mano a una de sus tetas y Marta a una de las suyas. Gerardo, magreando las tetas, les dijo:
    
    -¡Estáis desnudas! Ya me parecía a mí que aquí olía mucho a chochito. ¿Estuvisteis jugando?
    
    Adelita le preguntó:
    
    -¿Te molestaría si lo hubiésemos hecho?
    
    -En absoluto.
    
    Marta, que fuera a la casa con la idea de follar con Adelita y con Gerardo, le dijo:
    
    -Bernarda se acaba de correr en mi boca ¿Quieres correrte tú también?
    
    -No, no vaya a ser que se ...
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