1. Mi sobrino Paquito


    Fecha: 06/04/2019, Categorías: Incesto Autor: lauragv, Fuente: RelatosEróticos

    Mi sobrino Paquito
    
    Me llamo Laura, cuando tenía 12 años, estaba en 6° grado de primaria y en lo único que pensaba era en ver, tocar y acariciar un pene, veía a mis compañeros del salón en la clase de deportes tratando de adivinar como era eso que tienen debajo de ese short. En esos años (1986) no había internet, y comprar revistas porno, una niña de 12 años, era mal visto. Solo me limitaba a ver las imágenes de las revistas en los puestos.
    
    Otra satisfacción que tenía era cuando bañaba a mis sobrinos de 4 y 5 años, me gustaba hacerlo, nos metíamos a bañar juntos, yo me desnudaba por completo y los restregaba bien sobre todo sus pequeños penes y eso me excitaba.
    
    Un día al bañarme con Paquito de 5 años, estado hincada a su lado lavándole su pene, solo con mi mano enjabonada, se lo acariciaba, el me pregunto.
    
    - Tía, ¿porqué tú tienes tetas grandes? – la verdad estaban en crecimiento.
    
    - Bueno, es que las niñas tenemos tetas grandes, los niños no.
    
    - Pero eso es solo las niñas grandes ¿verdad?.
    
    - Sí, solo las niñas grandes, tu hermana Mary – solo tenía 3 años – no tiene tetas grandes, pero tu mamá y tus tías si.
    
    Mi sorpresa fue cuando el estiro su manita y me toco una de mis tetas, la apretó suavemente y rozó su mano sobre mi pezón.
    
    - ¡Ah! - exclamé un tanto sorprendida y un mucho excitada.
    
    - Y con esas tetas le dan de comer a los niños. – afirmó Paquito.
    
    - Así es, cuando están bebes….y también cuando están mas grandecitos – dije pícaramente, ...
    ... obviamente no esperaba que comprendiera mi chiste erótico.
    
    - Tía, ¿puedo comer de tu teta? – La pregunta me dejó pasmada, dudé unos segundos, nunca me habían tocado las tetas, mucho menos mamado, luego de pensarlo unos instantes contesté – mmm… bueno, pero no se muerden, solo chupa, como cuando comes una paleta de dulce, ¿de acuerdo?.
    
    - Si. – contestó con una sonrisa inocente.
    
    Como estaba sentada sobre mis tobillos, me enderecé, acercándole mi pecho a su carita, él se acercó a mi teta y abrió su boquita y mi pezón se perdió dentro de ella, me succionó en dos o tres ocasiones, yo estaba muy caliente, baje mi mano para acariciar su pene, de pronto el me dijo.
    
    - No le sale nada.
    
    - No amor – le dije con voz entrecortada – pero se siente rico, juega con tu lengua con mi pezón – agregué bien caliente, el hizo lo que le indique, y yo empecé con mi mano el típico movimiento en su pene, también guié su mano a mi otra teta. Perdí la noción del tiempo, no se cuanto tiempo pasó, reaccioné cuando el dijo….
    
    - ¿Ya nos vamos?... ya tengo frío.
    
    - Si Paquito, – conteste toda aturdida – ya nos vamos.
    
    Cerré las llaves de la regadera, tomé la toalla y lo empecé a secar.
    
    - Paquito… ¿te gusto comerte me teta? – le pregunte.
    
    - Si, si me gusto, estuvo bien.
    
    - Paquito… amor… esto que hicimos no lo debe saber nadie ¿eh?, absolutamente nadie.
    
    - Si Tía, a nadie se lo voy a contar… mañana me bañas y ¿lo volvemos a hacer?
    
    Sorprendida, una excitación recorrió todo mi cuerpo, ...
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