Llegando cansada del trabajo
Fecha: 06/04/2019,
Categorías:
Masturbación
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Salí al balcón y comencé a quitarme esa coleta alta apretada que traía, las gafas, me desfajé la blusa del pantalón y desabotoné un poco de la parte superior. Me senté encorbada y me quedé viendo a la nada unos segundos, me incliné para quitarme los tacones, y las medias a las rodillas que traía.
Continué viendo la ciudad y la nada por unos minutos más, viendo cómo las pequeñas luces encendian y se movían.
Eso era lo que me hacía falta, pensar en nada por unos minutos. Eso y un bocadillo, así que fui a la cocina y tomé lo que encontré. Pasta.
De regreso al balcón con un tazón de pasta y un vaso de agua continué viendo la ciudad debajo de mi. Cuando terminé de comer tomé mis cosas del sillón donde las había dejado cuando llegué, cerré puertas y ventanas, y me dirigí a mi habitación. Me senté en la cama a revisar mi teléfono, nada interesante, lo dejé ahí mismo y me fui al baño quitándome la ropa en el camino.
No tengo un cuerpo de revista ni mucho menos, soy mas voluminosa, aunque con senos pequeños, lo que resalta más es ese trasero y las piernas a las que se une. Mi cabello ondulado y oscuro, y mi cara. Bueno, no es nada del otro mundo, soy una mujer promedio.
Mientras iba de camino a la ducha me vi de reojo en el espejo, me quité los pendientes y los dejé a un lado.
Me dejé envolver por el agua caliente unos minutos, sientiendo como pasaba por mi piel sensible y solo frotando mi vientre, mi cuello, y mis piernas, que buena sensación.
Tomé el shampoo y ...
... puse un poco sobre mi mano, masajee mi cabeza para untarlo y seguí con mi ducha nocturna con el jabón corporal.
Siempre me ha gustado frotarme con una esponja, así que empiezo por mi cuello, hombros, brazos, axilas y mis pechos, entre ellos, sobre ellos, y debajo. Dejando que el agua siguiera haciendo resbalar el jabón por mi cuerpo, cuando terminé con mis pechos, los masajee un poco solo con mis manos, me pellizqué un poco los pezones, y continué con mi tarea de terminar de ducharme.
Tomé un poco más de jabón y seguí frotando sin prestar demasiada atención, mis glúteos, piernas, pies, espalda, barriga. Listo, ya está hecho.
Me metí debajo del chorro de agua y la dejé correr desde mi cabeza hasta mis pies.
Llevé mis manos por todo mi cuerpo, recorriendo, queriendo comprobar que no hubiera más restos de jabón.
Pasé mis dedos por encima de mi pubis, y abrí un poco mis labios para enjuagar con agua. Pues he escuchado que es mejor que solo laves esa zona con agua, en lugar de ponerle jabón, así que de esa forma lo hago yo.
Tomé la toalla y envolví mi cabello, que escurría agua por toda mi espalda. Me envolví a mi misma en una segunda toalla y me dirigí a mi cama, dónde apoyé una pierna para secarla, y después la otra, sequé mi trasero, mis muslos, y me tumbé sobre la cama, a mí parecer, lo mejor del mundo, recostarte desnuda después de un baño.
Ahí recostada aún con mi cabello en una toalla, recordé la sensación del agua caliente sobre mi piel, haciendo que ...