1. Me enamoré de una prosti (parte 4)


    Fecha: 12/04/2019, Categorías: Masturbación Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues

    ... Agghhhggg te estoy llenando el culito de leche aghhhh- --- Sí papitooo, siento tu lechita caliente entrarme por el ano, aghhhghg llegamos a la vez, gracias--- -- Todo muy lindo pero a mí me dejaron caliente ¿ no les gusta mi panzota ?-- --- Claro que nos gusta, espera que me limpie el culo y enseguida te chupo la concha hasta hacerte gritar--- - Hermoso espectáculo, se me está poniendo morcillona de nuevo, apúrense o me las cojo nuevamente- -- Naaaa, ya no se te para más, eres un viejito gastado, ¿ Contame, ya te olvidaste de mi primita ?-- - No la nombres, ya se me puso de piedra cuando la mencionaste- -- Sos un tarado, calentarte por una niña estúpida-- - ¡ No le digas estúpida a mi tesorito adorado !, cada minuto la amo más y no estoy caliente con ella - --- ¿ Entonces porqué la tienes tan dura ? te la quieres cojer degenerado--- - Te equivocas MeiLi, no quiero sexo con ella, solamente adorarla en silencio y cada tanto tocarle la mano o robarle un besito- Por suerte entró la hermanita de Ángeles pidiendo que la llevasen a tomar un helado. Para olvidar un poco los dramas actuales me ofrecí a llevarla pero en la puerta nos paró la madre: para salir de la casa deberían ir ambas hermanas. Me sorprendió mi angelito al aparecer bien vestida para salir, con una elegante pollerita que le quedaba algo corta más las medias y zapatos de la escuela. Caminaba por el camino de tierra con una chica de cada mano mientras mi corazón estallaba de felicidad y un poco más sufría un infarto ...
    ... allí mismo. Los deditos de la mayor presionaban mi mano como pasando mensajes, sin querer me estaba trasmitiendo sus pensamientos de modo dactilar, una pena que no la comprendiese pero la tibieza de sus deditos alcanzaban para llenar años de triste soledad. Tuve que reconocer que toda mi vida me había privado de hallar un amor verdadero, el actual sería imposible pero no importaba, pensar en mi angelito era hacer salir el sol entibiando el universo. Nos sentamos en una plazoleta con sendos helados, la más chica se devoraba eso sin compasión pero la hermana mayor tomaba el suyo con mucho decoro. Tuve que pasar mi pañuelo por sus bocas para limpiarlas pero al llegar a la mayor lo hice empleando mis labios, igual estábamos en total soledad y nadie vería que casi estaba besándola a Ángeles mientras la limpiaba delicadamente. Estábamos sentados en el pasto mientras ella se acomodaba de modo que pudiese espiar bajo su vestidito notando que hoy usaba una bombachita celeste, susurándole -gracias, te amo- Al rato me dolía la espalda sentándome contra un árbol e inmediatamente Ángeles se acomodó usándome como respaldo mientras no sabía que hacer con mis manos. Lo más decente era abrazarla por la cintura pero quería acariciarle el cabello mientras aspiraba su cabecita. Su hermanita fue a jugar hasta un columpio cercano quedando solitos enfrascados en nuestros pensamientos mientras enredeba los dedos en su pelo, ninguno se animaba a hablar. Para romper el incómodo silencio ella me tomó la ...
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