Mario (II): 17 años después
Fecha: 12/04/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: ClauMar, Fuente: CuentoRelatos
Fue hermoso verlo nuevamente después de tanto tiempo, él era el padre de Adriana, mi mejor amiga en la secundaria, y el hombre que me hizo mujer. Mantuvimos silencio sobre nuestra relación. Jamás volvimos a hablar siquiera sobre lo que vivimos juntos, ni siquiera insinuamos algo, cuando establecimos esa relación cuando Mario me hizo suya yo era adolescente e íntima amiga de Adriana. Mario estaba separado de su esposa, la madre de mi amiga. Lo nuestro fue un secreto, el tiempo pasó y Mario conoció a mi esposo y a mi hijo cuando era bebé, aunque mi esposo jamás supo que él fue el primero en mi vida.
Me equivoque cuando pensé que lo nuestro había finalizado, solo vasto verlo para darme cuenta que seguía amándolo que a pesar del tiempo nada había cambiado y ese día todo fue distinto.
Al verlo un cosquilleo recorrió mi cuerpo, me sentí muy sensible, lo miraba con su pantalón beige y se remera marrón, su 1,80 más., su cabello castaño salpicado por algunas canas que lo volvían más interesante, su piel dorada por el sol. Lo miraba y ahí comprendí que ese amor por él no había terminado aún lo deseaba, que su mirada aún me estremecía.
Yo llevaba mi cabello suelto levemente ondeado, mis ojos maquillados muy suavemente, mis labios con un tono de rojo pálido , tenía puesta una remera de color blanco con pequeñas rayas verticales grises mezcladas con algo de color plata que le daban un toque brillante muy ajustada, marcaba sobremanera mis pechos y un escote en V los mostraba muy ...
... insinuantes, tenía puesta una pollera algo ajustadita color celeste pálido que marcaba suavemente mis caderas y mi cola, la falda se detenía a unos 5 cm. por arriba de mis rodillas, pero que al sentarme hacia que mis piernas quedasen bastante expuestas y llevaba unos zapatos de taco alto abiertos.
Mientras estuvimos de charla notaba que Mario no podía sacarme los ojos de encima y yo me sentía vibrar por ello, yo por mi parte disimuladamente para Adriana me sentaba de forma tal que Mario viese mis piernas, siempre le gustaban y yo hacía lo posible para que la viese.
En un momento quedamos solos y Mario dijo:
M- Te felicito estás más bonita que antes, tenés muy buen cuerpo y las mismas piernas espectaculares, tu marido era muy idiota para dejarte… bueno yo también al no venir a buscarte cuando terminaste tus estudios.
No hubo continuidad en la charla Adriana volvió y esa conversación quedó trunca, seguimos la charla entre los 3, Mario nos invitó a almorzar y yo no podía dejar de mirarlo, de desearlo, ahí comprendí fehacientemente que aún lo seguía amando
Volvimos a casa de Adriana siguió la charla cuando él se levantó para irse, yo opté por hacer lo mismo, salir juntos era una buena idea. Me estaba despidiendo de Adriana cuando él se ofreció a acercarme a mi casa. Por supuesto acepté el ofrecimiento
Subí a su auto y nos fuimos juntos yo estaba sumamente excitada sus ojos no dejaban de observar mis piernas que habían quedado muy expuestas sentada en el asiento ...