1. Mario (II): 17 años después


    Fecha: 12/04/2019, Categorías: Confesiones Autor: ClauMar, Fuente: CuentoRelatos

    ... testículos el gemía, podía verlo gozar y luego lo devoré por completo, estaba muy excitada lo succioné hasta que por fin volví a sentir en mi boca su cálido semen, ese que tantas veces se apropió de mí y absorbí por completo hasta la última gota que me entregó.
    
    Yo fui al baño a higienizarme, volví y me acosté a su lado diciéndole lo feliz que era al sentirme nuevamente en sus brazos.
    
    Nos besamos y acariciamos durante largo rato, luego él me acomodó sobre la cama, acarició con sus dedos mi vagina húmeda, y mientras hacía esto besaba mi vientre.
    
    Luego se puso encima mío, me pidió que abriese mis piernas, sentí su pene rozar mi sexo y un inmenso placer se apoderó de mí, todo mi cuerpo se estremeció, entonces me miró a los ojos y dijo "ahora vas a volver a ser mía, quiero volver a sentir ese momento dulce, placentero e inolvidable de volver a tenerte, quiero que vibres en mis brazos y que este sea el comienzo de algo que nos lleve al altar, no estoy dispuesto a dejarte marchar, quiero que seas mi esposa".
    
    C- Si estoy dispuesta a ser tu esposa y a luchar por tu amor.
    
    Su pene entró en mi lentamente, poco a poco se fue adueñando de mi vagina deseaba que me entregase todo su pene, sus besos, sus caricias, sus palabras de amor hacían de ese un momento muy hermoso en mi vida, lo abrasé y lo besé fuertemente cuando su pene fue totalmente mío me sentía mujer en sus brazos… nuevamente me sentía su mujer.
    
    Era maravilloso tenerlo dentro mío, y un placer inigualable ...
    ... cuando su pene recorría mi vagina entrando y saliendo, la pasión y el deseo se apoderaron de mí y gozaba y gemía constantemente mientras él alentaba la expresión de mis sentimientos con dulces palabras de amor, sentí que mi cuerpo iba a estallar, y estalló, un nuevo orgasmo se apoderaba de mí, gemía, gritaba, me sacudía en miles de convulsiones, pero ahora me sentía la mujer más dichosa del mundo porque volvía a sentir la calidez de su semen recorriendo mis entrañas, nuestros cuerpos agitándose unidos en un abrazo y un beso lleno de amor, dulzura, placer y pasión.
    
    Cuando nos calmamos y la quietud se apoderó de nuestros cuerpos, él me rodeó con su brazo, nos besamos, nos acariciamos, me sentía esplendida en sus brazos, luego, volvió a poseerme, el turno del hotel había terminado, y decidimos seguir, hubiese sido imposible dejar lo que estábamos haciendo, él estaba besando mi espalda a la altura de mi cintura, ya sus besos habían bajado desde mi cuello, entonces acarició mis nalgas sentí una sensación maravillosa en todo mi cuerpo, me estremecí totalmente y gemí, luego las besó, las lamió, mientras hacía esto sus dedos jugueteaban con mi vagina y mi ano.
    
    Yo no paraba de gemir y gritar, luego me colocó en posición gozaba sabiendo que me iba a penetrar en forma anal, me tomó de las caderas, separé mis piernas y me estremecí al sentir la punta de su pene en las puertas de mi ano, jugueteó un poco con él sin penetrarme yo estaba totalmente excitada y no paraba de pedirle que me ...