Antonio, Jose y Nancy de nuevo. - Relatos Eróticos

Antonio, Jose y Nancy de nuevo.

La experiencia con Jose fue muy satisfactoria para ambos. Antonio y Nancy prendieron de nuevo la mecha de su vida sexual y esperaban que Jose quisiera de nuevo visitarlos para realizar nuevos juegos con los que disfrutar.

- Hace tiempo que no sabemos nada de Jose. yo no lo he visto por el gimnasio. - Dijo Nancy

- Yo tampoco lo he visto por los juzgados. Creo que tiene unos días de vacaciones y está visitando a sus padres en el País Vasco. - Respondió Antonio.

- Es posible. No tienes ganas de volver a quedar con él? No sé si realmente te sentiste comodo manteniendo relaciones con un hombre?

- Si tengo ganas Nancy. La verdad, me sorprendí a mi mismo porque no sentí ningun rechazo a la hora de mantener relaciones sexuales con José.

- Bueno, con Jose y con mi consolador... desde entonces se ha convertido en un amigo más para tí.

Antonio y Nancy ultimamente follaban más amenudo y que ella metiera su consolador por el culo de Antonio vibrando al máximo mientras le cabalgaba se había convertido en una costumbre.

- Nancy, nos vamos a tener que comprar otro, uno para cada uno.

- jajajja! Antonio, no necesitamos otro. Yo con tu rabo me conformo. Eso sí, este fin de semana se viene conmigo de viaje que me tiene que hacer compañía.

- Preferirías que me rabo midiese los veinticuatro centimetros de jose?

- Cariño, en serio. Me pone super cachonda jugar con tu rabo. Además, no te creas que con la de Jose sufro pero... cuando nos pusimos tan cachondos. Ojalá ...

... pudieras venir conmigo a Madrid.

Nancy tenía que irse a Madrid para comprar nuevos vestidos. Había que preparar la nueva temporada en su tienda y aunque ella realizaba gran parte de sus diseños, complementaba con otros que compraba y así se mantenía al día de los nuevas modas.

Ese mismo viernes terminaron de desayunar y se despidieron. Nancy se subió al coche y se despidió de su marido Antonio.

- Bueno cariño, ten cuidado con la carretera. Avisame cuando llegues al hotel y portate bien. No te gastes mucho y pasatelo bien. - Recomendó Antonio

- Tranquilo, el Domingo por la tarde noche estoy de vuelta. Los gemelos quizás vengan esta noche aunque como están con examentes... no sé si preferirán quedarse en el colegio mayor. Tenéis los tres hombres la casa para vosotros este fin de semana. Portaros bien y no pongáis la casa patas arriba.

Antonio besó y vió como se marchaba diciendole adiós con la mano. Luego terminó de cerrar la casa. Ya iba vestido con su uniforme de seguridad y se dirigió hacia los juzgados. Mientras iba camino del trabajo en su moto fue pensando como iba a disfrutar del fin de semana. Después de salir de trabajar iría al gimnasio, volvería a casa para ver si han llegado sus hijos. Si querían, irían a cenar fuera para no poner por el medio, o se quedaría en casa y encargarían cena para ver una pelicula tranquilamente.

Antonio llegó a su trabajo y se sumergió en la rutina de siempre, papeleo, ornanizar a sus hombres en el juzgado, pelearse con los ...