Un verano sin igual (3 de 3) - Relatos Eróticos

Un verano sin igual (3 de 3)

... las mismas dimensiones. La verdad, parecían burros. Abrí un poco la boca, le puse los labios alrededor de esa magnífica cabeza y le empecé a pasar la lengua. Él se recostó, yo me di la vuelta, y la mamá de mi amiga también, entonces las dos empezamos a compartir con nuestras bocas aquel magnifico pene. Aveces yo le lamía los testículos mientras ella se dedicaba a la cabeza, mientras que el otro hombre se dedicaba a tocarnos y lamemos nuestras vaginas y de vez en cuando darles lengua a nuestros anos. Empezábamos a pasar nuestras lenguas desde la base del pene, las dos al mismo tiempo, y al final de la cabeza nos encontrábamos compartiendo la cabeza del pene, y terminábamos en un juego de lenguas ella y yo. De momento ella sujetaba el pene y lo masturbaba mientras yo lo tenía en la boca, y después era yo quien masturbaba mientras ella lo tenía en su boca. Asi jugamos largo rato con tan rico e inmenso pene.

En un momento dado ella soltó un suspiro y vi como el otro chavo ya la estaba penetrando. Era sensacional ver cómo poco a poco se perdía ese magnífico pene dentro de la gruta de ella, hasta topar con los testículos en el trasero. Mientras, yo seguí mamando al otro chico, y ella entre pujidos me ayudaba. Me encontraba demasiado concentrada con la manada que yo estaba haciendo, cuando de momento sentí como si un tubo me fuera abriendo la vagina. Era el otro chico, que había empezado a metérmela y empujaba duramente hasta que entró del todo. Así seguimos, mientras el chico de ...

... atrás me la metía a mí y luego a ella, hasta que ella dijo que nosotras hiciéramos un 69, a lo cual yo le dije que sí.

Quede arriba de ella, entonces uno de ellos, desde atrás me penetro, mientras ella me chupaba el clítoris y de momento se acercó el otro y la penetro a ella, y yo le chupaba su clítoris, era una sensación nunca imaginable para mí, pero fue súper placentera, de vez en cuando, nos sacaban los penes y nos lo metían a la boca y así probarnos mutuamente los líquidos de cada una de nosotras.

Después de un rato sentí que el pene que tenía dentro de mi tomaba un tamaño todavía más grueso y supe lo que pasaría. Entonces el chavo que me penetraba empezó a eyacular, sacó su gran miembro y lo dirigió hacia la boca de ella, y empezaron a escapar largos chorros de semen que me daban en las nalgas y escurrían a la cara de ella, que como desesperada comía todo lo que podía. Entonces el otro chico me tomó del cabello e hizo que pusiera de lado mi boca, y empezó a eyacular también de una manera tremenda. Algunos chorros cayeron en mi boca y otros en la raja de ella. Entonces ellos se retiraron, nosotras seguíamos en el 69, pero esta vez quitando cualquier rastro de semen de nuestros cuerpos mutuamente, y después de quedar limpias, nos besamos compartiendo los sabores del semen.

Entonces entró la señora morena al cuarto, e iba acompañada por otra chica. Con esponjas nos limpiaron y ya recostadas, la señora morena me abrió de piernas y me dijo que me faltaba mi orgasmo ...