En la consulta de Urología (Parte 2)
Fecha: 22/08/2017,
Categorías:
Gays
Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos
... otro.
-Doctora, le pregunto mientras lo hacemos. ¿Tiene novio o pareja?
-¿Qué? que si tengo, ah, ah, ah, que si tengo novio. No, no tengo, tengo, tengo, ah, ah, ah, sigue dándome, no preguntes, tu solo sigue.
Mi doctora se moría de gusto y en pocos minutos tuvo un orgasmo muy fuerte.
-¡Aaaah, Manuel! ¡Qué bien me follas!
Se sale de mi y yo todavía no he terminado.
Me dice que tuvo un novio joven, de su edad, pero que lo tíos a esa edad no saben follar y que prefiere a un adulto como yo, que sabe cómo llevar a una mujer al éxtasis.
Entonces yo la tumbo y me pongo encima y la vuelvo a penetrar bien fuerte.
-¡Aaaah! Qué gusto. Sigue Manuel, sigue.
Me olvido de todo mientras la penetro. Es como si el tiempo se hubiera detenido. Mi polla entra y sale con fuerza de ella. Es una pena que no pueda hacérselo sin condón porque sería maravilloso. Espero convencerla la próxima vez.
Para tener 50 años mi polla está más dura de lo que estuvo nunca cuando era joven. Parece que con la doctora no tengo problemas de erección.
No duro mucho más y después de unos minutos me corro dentro.
-¡Aaaahgggh!
Sigo empujando hasta que termino de eyacular y entonces me quedo parado encima de ella recuperando la ...
... respiración.
-¿Cuántas veces se ha corrido?
-Tres, han sido tres. Puedes llamarme de tu, Manuel.
Nos quedamos tumbados acariciándonos y ella soba mi tripa, dice que le encanta.
Se levanta y se queda de espaldas a mi con lo que tengo su culo a la vista. Vuelvo a excitarme enseguida.
-Elena. Quédate así, le digo. Aún me queda amor que darte.
Ella no se lo espera, pero vuelvo a penetrarla, esta vez sin condón. Se agarra la mesa y la bombeo fuerte.
-¡Ah, Manuel! Me dice. Sé mi amante, sé mi amante. Fóllame, fóllame, córrete dentro. Córrete.
Agarro sus tetas mientras sigo con el bombeo y ella se muere de gusto. Oigo como experimenta un cuarto orgasmo y yo no puedo más, voy a caerme al suelo, pero aguanto y me vuelvo a correr otra vez, eyaculando el poco semen que me queda.
Quedamos los dos sentados en el suelo extasiados. Cuando me recupero y me levanto, la ayudo a levantarse y le digo que no me importaría ser su amante, que gracias a ella he vuelto a ser un hombre.
Me dice que ya no hace falta que nos veamos aquí y después de vestirse, me da la dirección de su casa. Está segura de que la iré a ver y la haré feliz.
Me despido de ella con un beso en la boca y le digo que no lo dude, que pronto estaré allí.