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Amor prohibido con la ahijada, sexo del mejor
Fecha: 29/04/2019, Categorías: Gays Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos
... eludí cuanto pude, tenía miedo de sucumbir, a que me traicionara el deseo y la lujuria que había despertado en mí. El conflicto mental era notable, estaba ido, el pensamiento pecaminoso, rayando lo incestuoso, adicionado a la relación con su familia. No cabía en mí siquiera pensar en la hija, ahijada, de un amigo de la vida, temía que la debilidad de la carne pudiera sobre el recto y leal proceder que está implícito en la condición de amigo. Pero..., la carne es débil, y la voluntad de Ro por conseguirme inclinó el fiel de la duda para saciar sus ganas de tener sexo conmigo. Para hacerla corta, una tarde al retirarme de la casa, Ro me pidió, delante de su madre, que la acercara a la casa de una amiga, no pude zafar. Alejados de miradas indiscretas, ordenó detenernos a un costado del camino poco transitado, exigió explicaciones de por qué le huía, desde “esa tarde”, mi reacción era la confirmación que necesitaba para avanzarme. Todo fue como si fuera parte de un libreto, en un momento se hizo ese silencio espeso que presagia la tempestad, las miradas intensas y profundas, las bocas tan cerca que podíamos sentir el aliento del otro. Nuestras bocas se fundieron en un beso de esos que jamás se olvidan. El instante se cargó de tensión y erotismo, de lujuria y voluptuosidad, cada gesto, cada movimiento expresaba la carga interior, abrazado a esta preciosura que doblaba en edad, consolidaba los valores esenciales de mi obstinado machismo. Ro se expresaba como ...
... hembra apasionada vibrando al ritmo de sus emociones consumida y consumada en la hoguera de su calentura. La dulce jovencita inocente trocó en la imagen vívida de la tentación. Lo que siguió fue todo torbellino y premura. En mi casa, subimos al dormitorio, sentó en la cama donde fantaseaba, en la soledad de cada noche, tenerla. Un nuevo universo sexual se abría a su avidez, un cúmulo nuevo de sensaciones incorporadas a su archivo afectivo. La admiración de sus formas llenó de gloria mis ojos y de tensión mi verga, tanto que se catapultó en una urgentísima erección, peligrando las costuras de la bragueta para contener el crecimiento espontáneo. Ro, gozaba con el efecto devastador que su provocativa desnudez me provocaba. La tomo por el talle, voy bajando, abro sus muslos y beso su cálida cuevita. Dócil, se dejó conducir al confín del pacer, la lengua recorriendo la humedad producida por calentura feroz. Sus manos enlazadas en mi nuca presionaban para meterme adentro de su cueva, jadeos y gemidos desordenados, palabras y groserías desarticuladas, indicios evidentes que transitaba el camino sin regreso al orgasmo incontenible. Traspuso la línea sin retorno del clímax, explotó en mi boca, sentí esa lava que recibida en la lengua, sentirme el artífice de su éxtasis era una maravillosa sensación. Quedó muerta de placer, atravesada en la cama. Vestido de Adán, a su lado, de costado mirándonos por primera vez en desnudez, nos necesitamos. Es mi turno, decidida a ser el ...