El cuervo
Fecha: 02/05/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... contexto de la escena. No crees?
Asintió levemente, mientras en su cara se formaba una leve sonrisa.
-Quieres que salgamos fuera a tomar un poco el aire, aquí hace mucho calor?
Sin dejar de mirarme se levantó, no me había percatado de lo alto que era hasta que lo vi erguido en su totalidad frente a mi; me tendió la mano con un gesto gentil y me ayudo al levantarme para luego acomodar mi mano en su brazo.
Salimos fuera. Hacía frío y, a pesar del caluroso cuero, comenzaba a sentirlo. Se quitó la chaqueta, una gabardina de cuero negro que no se había quitado en toda la noche, y me la colocó. Nos quedamos abrazados mientras observamos la luna llena.
-Creo que deberíamos entrar ya, no crees? Hace frío y no voy a hacer que cojas una pulmonía por mi culpa...
Me miró con sus grisáceos ojos; mi corazón palpitaba como nunca lo había hecho. Su mano me cogió la cara y acercandola a la suya me besó; pero no un beso de esos que te meten la lengua hasta la garganta, un beso en los labios con los labios. Me pareció lo más bonito del mundo.
Entramos dentro y nos quedamos abrazados en la escalera; el ambiente dentro de la sala se había estado caldeando en nuestra ausencia y varias parejas disfrutaban ya de unas caricias bastante más profundas, otros simplemente se habían retirado a una de las muchas habitaciones de la casa. La mía, es decir, la que JC me había dejado para que me acomodara aquella noche, ya que suelo acostarme antes que los demás y paso de tener que esperar ...
... a que alguna pareja termine su faena para meterme en una cama caliente, empapada y revuelta.
-Quieres que subamos a mi cuarto?
Pregunté sin mucho animo de obtener un sí.
El chico me miró y me volvió a besar. De sus labios surgió una amplia sonrisa y una mirada seductora. Asintió tras unos instantes.
Me quité su chaqueta y la dejé en el perchero, pero él la recogió rápidamente.
-Tienes mucho aprecio a esa chupa?
Asintió.
-Bueno, pues súbela.
Le cogí de la mano que tenía libre y subimos los escalones, él detrás de mi. Mientras subíamos me miraba con ojos de cordero y un gesto neutro en su rostro.
Cuando llegamos a mi cuarto había unos intentando entrar, pero en cuanto nos vieron salieron zumbando como si estuvieran robando o algo así.
-Menos mal que se me ocurrió cerrar con llave, no?
Asintió.
-No eres un chico muy hablador que digamos?
Negó
-Ya veo. Pasa.
Pasó detrás de mi, una vez los dos dentro volví a cerrar la puerta. Cuando me dí la vuelta había dejado su gabardina sobre una silla y comenzaba a quitarse la camiseta. Se acercó hasta mi que me había quedado un poco chocada con el asunto. Me besó de nuevo y comenzó a bajarme la cremallera del traje mientras lo hacía. Intenté hablar, pero su mano me lo impidió.
Mientras me seguía besando sus manos comenzaron a explorar el interior de mi traje de cuero. Sus manos estaban frías, pero se calentaron rápido al contacto con mi cuerpo. La verdad es que todo él estaba bastante frío. Me ...