La perla del Caribe
Fecha: 05/05/2019,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
Es bien sabido que la perla del Caribe es Cuba o Isla Margarita de Venezuela o Puerto Viejo en Costa Rica, también es un juego y, sobre todo, una bebida refrescante con base de ron como la piña colada, el mojito de melocotón y otras. Pero no es a esto a lo que me voy a referir, sino a lo que me pasó, siendo la primera vez en mi corta vida y sin buscarlo.
Mi novio me quiere mucho, eso lo sé porque me lo demuestra y yo le quiero como nunca he querido a nadie e igualmente busco mil ocasiones para demostrárselo, pero sé que tiene una inclinación, aunque ha optado por estar conmigo. No sé si es bisexual, él dice que sí, pero nunca me pide compartir con una chica. No estoy seguro que sea bisexual porque si le doy un aro, enseguida se lo pone en su pene, si ve un agujero, el que sea, mide allí su pene. Pienso más que es una obsesión que una orientación. Ahora bien, a veces le he dicho: “vete un rato por ahí mientras yo acabo esto y busca una chica con quien echarte un polvo, a mí me tienes siempre”, pero es demasiado fuerte el respeto que me tiene.
Hace ocho días estuvimos en la playa, como siempre nosotros vamos a la nudista porque odio la línea del sol en mi cuerpo. A Corny —mi novio se llama Cornelio, pero yo le digo siempre Corny— le costó eso de venir a la nudista, sentía vergüenza de quitarse el bañador. Me acuerdo que hace dos años que comenzamos a estar juntos, que es cuando nos conocimos, le dije de irnos a la playa y como sabía de mis gustos no quería venir, le ...
... convencí que se quedara con su speedos que yo no le iba a obligar y así lo hizo, aguantó cuatro veces porque se puso morenazo y tenía toda la parte del culo y su delantera con un triángulo bien marcado, mientras que me veía a mí que no tenía ni la mínima señal y comenzó a gustarle.
Hace pues ocho días que, estando tumbados al sol yo de frente y él de espaldas, pasó una muchacha que no conocía de nada y me dijo:
— Eh, perla, ¿qué haces?
Abrí los ojos, me encontré una muchacha muy bonita delante, entre el mar y nosotros, mirando. Ella iba desnuda lógicamente, con unas gafas enormes de sol sobre la cresta de cabello, y dije:
— ¿Yo?, ¿perla yo?, ¿no te equivocas?
— Sí, tú, guapo, tú eres la perla del Caribe.
— Yo no, será este, —dije, señalando a mi novio y tocándole el culo para que se volviera.
— Dos perlas del Caribe, ¿me puedo sentar con vosotros?
— ¿Por qué no? La playa es de todos, —dije sin pensar lo que iba a ocurrir.
Ya era tarde, todavía había sol pero ya no calentaba. Justo yo estaba pensando que sería ya la hora de irnos, pero no dije nada porque Corny se encontraba a gusto. Justo se había pasado toda la tarde mirando chicas y me decía cosas como esta: “mira qué bombón pasa por ahí”. Cuando voy con él a la playa siempre es igual, me señala a todas las mujeres jóvenes que pasan y me indica sus defectos. A mí las mujeres todas me parecen bellas, las flacas, las gordas, todas, pero menos en el sexo, que no me atraen. No entiendo que tener sexo con ...