1. El accidente de papá...


    Fecha: 06/05/2019, Categorías: Gays Primera Vez Autor: renovatio111, Fuente: xHamster

    ... pecho cubierto de vellos podía apreciarse bajo la sábana. Seguramente está desnudo, pensé para mí mismo. Caí en la cuenta de que nunca lo había visto completamente desnudo. Jamás nos habíamos bañado juntos, ni habíamos ido de campamento, ni ninguna de esas cosas que hacen algunos padres con sus hijos. La idea de que bajo esas sábanas estuviera desnudo seguía rondándome la cabeza. Traté de apartar la imagen de mi mente, sintiendo de pronto una intranquilidad perversa. Di un par de vueltas por la habitación tratando de alejar los malos pensamientos, hasta que finalmente cedí a la tentación y echando seguro a la puerta me acerqué sigiloso a la cama.Le llamé por su nombre un par de veces y no contestó. Estaba profundamente sedado. Casi contuve la respiración mientras bajaba lentamente la sábana que lo cubría. Su pecho, poblado de vellos, sus morenas tetillas, apenas visibles en aquel mar de pelos. Las toqué suavemente, apretando los rugosos botoncillos de carne. Bajé la sábana hasta su vientre, mas plano que el de muchos hombres de su edad, y por supuesto también enmarcado por el sendero de vellos, que se hacían más abundantes conforme iba descorriendo la sábana. Llegué hasta su bajo vientre, con la certeza de que estaba haciendo algo indebido, tal vez incluso depravado, pero la culpa no fue suficiente para detenerme.La mancha oscura de pelos era ahora perfectamente visible, así como el alentador bulto que la sábana aun cubría. Ahora o nunca pensé, y con un jalón decisivo ...
    ... corrí la sábana hasta sus muslos. Por fin conocía el sexo desnudo de mi padre, y decididamente no me defraudó. A mis veinticinco, puedo decir que ya he visto mas de una docena de penes en mi vida, de todos tamaños y colores, y con esa experiencia pude notar que la herramienta del viejo no tenía nada que envidiarles. Grueso, a pesar de no estar erecto, descansando pesado sobre un par de gordos huevos cubiertos de oscuros vellos, no pude evitar acercarme para olerlo. El aroma íntimo de sus partes fue sólo el preludio para atreverme a tocarlo. La suavidad de su piel sólo me incitó a plantar un beso en aquel glande color café con leche y de allí a metérmelo en la boca sólo fue cuestión de segundos.El picaporte y los inmediatos toquidos en la puerta me hicieron pegar un brinco. Arreglé la sábana y abrí la puerta tratando de disimular la tremenda erección que abultaba mis pantalones. Azorado, dejé pasar a la enfermera que venía a hacer su habitual chequeo.Todo bien por aquí? – preguntó de manera muy profesional.Si, señorita, todo muy bien – dije sentándome para tratar de cubrir el delatador bulto con una revista.Yo creo que el señor será dado de alta mañana – me informó – aunque seguramente deberá seguir tomando sedantes para controlar el dolor.Asentí como un autómata. En realidad estaba pensando aun en el sabor y la textura de la verga de mi padre, aun frescos en mi boca y en lo inoportuna que había sido la llegada de la enfermera.Poco después llegaron mi madre y mi hermana, y tras ...
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