1. Mis planes y mis empleadas


    Fecha: 23/08/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... me puso a doscientos, por que a cien ya estaba.
    
    Se incorporo y quedó de espaldas, mitad del rotulador estaba dentro y mitad fuera. Le dije que se moviera por la habitación, que se pusiera los zapatos de tacón que usaba con su uniforme y que paseara. Me encantaba, ella andaba incomoda con las piernas un poco abiertas . Le dije que no podía dejar que se saliera el rotulador y que a partir de ahora cuando yo se lo dijera se lo metería en el culo y se pasearía así. Al cabo de un rato se adapto.
    
    Se acerco y agarrando el rotulador por la punta tiró de el, con la mala suerte de que le saco el capuchón.
    
    Me salió una carcajada.
    
    Ana, se puso roja de vergüenza e intento agarrarlo pero se estaba pintando las manos todas, con lo que no se le ocurrió mejor idea que ponerse de nuevo el capuchón y al hacer presión el rotulador se fue enterrando más y más hasta desaparecer en su interior.
    
    Yo me partía el culo y ella se empezó a poner nerviosa.
    
    Yo estaba hiper cachondo.
    
    Ana, totalmente desnuda se movía sacando los papeles y las cosas y poniendolas en el suelo, moviendose como si nada. Desnuda en mi despacho, yo no le sacaba la vista de encima.
    
    Ana me miraba sin saber que decir, al rato se subió encima del escritorio y de pié me dice que hago.
    
    Se puso en cuclillas y le dije que hiciera fuerza y que abriera las nalgas, yo me agache para ver, ella hacía fuerza con los ojos cerrados, incluso hacía ruido como si estuviera guiñando. Era buenísimo, yo le tocaba el esfínter ...
    ... y notaba el calor. Al cabo de un rato un fuerte ruido salió de su culo, me estaba cagando un pedo casi en la cara.
    
    Al cabo de un rato empezó a asomar el rotulador, yo la animaba a seguir empujando, cuando ya salía un poco le agarre la punta y empecé a tirar lentamente por él. Con el esfuerzo a Ana se le escapó un chorrito de orina, y cuando acabo de salir el rotulador, Ana había perdido el control sobre su esfínter y siguió evacuando un par de cagallones de mierda con ruidos incluidos. Yo me aparté, aquello olía de lo lindo.
    
    Ana se levanto, miró el pastel y se bajo de la mesa
    
    Ana salió rumbo a los servicios:
    
    Ana se acerco al pastel y con una de sus largas, finas y arregladas manos barrio hacia el vértice del escritorio y depositó parte en la otro mano. Y así con cara de asco, desnuda y con mierda en las dos manos y entre sus arregladas uñas, que tardaría días en quitarles el hedor, se fue al baño. Cuando volvió, traía un paño en la mano para limpiar los restos de encima de mi escritorio. Se vistió y se fue. Yo me hice otra enorme paja a su salud.
    
    Al día siguiente llegué tarde, todo el mundo estaba en su sitio, por supuesto vi a Ana y le dije que se pasara por mi despacho inmediatamente. Al cabo de un rato llamó a la puerta.
    
    Se acerco y me enseñó las manos. Estaban totalmente limpias, las olí y tenía un tenue y delicioso olor a mierda.
    
    Se dio la vuelta le baje los pantalones y la tanga y la hice inclinar y le separé las nalgas, tenía el ojete irritado. Le ...
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