Mis planes y mis empleadas
Fecha: 23/08/2017,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... escupi en el y le dije que viniera cada hora que había que hidratarlo y que no se limpiara. Durante todo el día a cada hora vino a verme, ella se bajaba la braga y los pantalones se abría las nalgas y yo le escupia en el culo para hidratar su ojete. La humillación era absoluta.
Después de aquel día le di un descanso a Ana, deje pasar una semana y empecé a idear otra sesión de humillación.
Cada cierto tiempo a la tienda llegaban comerciales ofreciendo nuevos productos para su venta en la tienda y fue uno de estos que me dio una gran idea. El producto consistía en una serie de muñecos, con diferentes caracterizaciones, brujas, duendes, mounstruos y todos ello se podían manejar como titeres. Junto con el producto la casa daba una promoción donde montaba un pequeño escenario que con un doble fondo permitía el manejo de los titeres y que tapaba el cuerpo del que manejaba los muñecos excepto la cara. La promoción incluía un curso de manejo de titeres a uno de los empleados y varias historias algunas infantiles y otras para públicos de cualquier edad. Me interesé en el producto y al cabo de 15 días tenía un pequeño escenario montado en la tienda y con una especie de camerino cerrado detrás desde el manejador de marionetas veía el público y el público solo le veía la cara. Seleccione a Ana para que asistiera al curso de marionetas y al cabo de 1 mes Ana contaba las historias manejaba las marionetas y jóvenes y mayores entraban a la tienda y paraban a ver y por supuesto comprar ...
... alguna de aquellos personajes de trapo.
Ya estaba todo listo para empezar mi plan, organice para el viernes una sesión especial, hice publicidad y le pedía a mis empleadas que se lo dijeran a amigos y familia para que asistieran al espectáculo, sin necesidad de comprar claro esta pero que sería un buen detalle para mi que asistieran sus padres y familia allegada. El jueves a la noche le dije a Ana que viniera a mi despacho al acabar.
Ana no se inmutó, parecía que aquel juego le gustaba más.
A la mañana siguiente todo discurrió entre preparativos pues la función empezaría a la tarde. Ana se veía alegre y sin ningún problema ante lo que le esperaba.
Llegó la hora de la función y todo estaba preparado de forma que Ana estaba en la parte de atrás de la tienda y yo había dado orden a las otras dos empleadas a poner cintas para que nadie traspasara a esa zona. La tienda se empezó a llenar de gente y llegaron los padres de Ana, dos señores mayores bajos y regordetes, los padres de María, la madre era alta y guapa el padre también y los de Lidia, jóvenes todavía y también muy guapos, estaban un grupo de amigos de Ana y su novio un chico alto y corpulento, con toda la apariencia de modelo.
Yo me encontraba en la parte de atrás con Ana.
Ana se empezó a desnudar, se sacó toda la ropa y se quedó desnuda frente a mi. Me acerque a ella y le meti un dedo en la vagina y le meti la lengua en su boca. Se oía el murmullo de la gente que estaba a escasos metros, solo separados ...