1. No es Facil


    Fecha: 10/05/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: wastedLalo, Fuente: SexoSinTabues

    Vi a Taito salir de la habitación de mamá. Con la puerta entreabierta de mi habitación atisbé por la rendija y la tuve que cerrar a toda prisa cuando escuché la voz de mi hermana llamando al esclavo. — Taito , ven… acércate — la escuché susurrar. Recuperado del susto volví a entreabrir ligeramente la puerta de mi dormitorio y sólo alcancé a ver el brazo de mi hermana y su mano que agarraba la saya de Taito para meterlo dentro de su habitación. Luego ella cerró la puerta y yo la mía. Me puse a dar vueltas por mi alcoba, furioso. Estaba celoso. Sí, celoso de un esclavo, de Taito . Envidiaba su suerte. Melissa y mamá se lo disputaban todas las noches, incluso por las tardes, a la hora de la siesta. —¡Gali! — llamé a mi esclava irritado. —Sí amo? —Quiero mear — le dije malhumorado. Gali salió de debajo de la cama y se arrodilló. Me senté en mi sillón y separé las piernas. Estaba desnudo, por lo que la esclava se acomodó entre mis muslos, me cogió la polla y se la metió en la boca. —A ti también te gusta Taito? — le pregunté cuando empezaba a soltar la orina dentro de su boca. Evidentemente era una pregunta retórica. Gali no podía contestar porque estaba tragando mi copiosa meada. Cuando terminé de vaciar la vejiga seguí con la polla dentro de la boca de mi esclava y le ordené que siguiera chupando. Gali, como todos nuestros esclavos, era sumisa y obediente. Obedecía todos mis caprichos, única manera de evitarse castigos. A mis trece años iba loco por meter la polla en caliente. ...
    ... Mi madre y mi hermana eran mis objetivos sagrados, pero debían considerarme un crío todavía por lo que recurría a Gali y a Kirino , el esclavo de papá, que tenía mi edad. A Kirino se la metía en el culo. Me encantaba violar a Kirino porque le hacía llorar. Papá lo sodomizaba a menudo pero como que tenía el ano estrecho le pedía a mamá que se lo ensanchara introduciéndole los tacones de sus zapatos. El pobre Kirino lloraba cuando mamá lo penetraba y después cuando papá remataba la faena violándolo volvía a llorar. Entonces yo lo llamaba para aliviarme en su culo. Tras un buen rato de tener la polla dentro de la boca de Gali estaba erecto como un mandril. Tenía ganas de eyacular pero no quería hacerlo dentro de mi esclava. No, quería hacer el amor con mamá. Entonces escuché unos gritos. Miré a Gali y la interrogué con los ojos. —Debe ser que están preparando a Peep, amo. —Para qué? —Hoy he oído al médico que aconsejaba a la señora Piedad que se hiciera calentar a un niño y que se lo metieran enrollado en los pies, que de este modo le traspasaría el dolor del reuma al esclavo. La señora Piedad era mi abuela. Claro, la abuela Piedad iba a ser el recurso que utilizaría para liberar mis pulsiones sexuales. Me levanté, crucé la habitación, abrí la puerta y salí al pasillo desnudo, tan solo calzaba mis botas. En el pasillo vi que subían entre dos esclavas a la pequeña Peep —A dónde la llevan? —A los aposentos de doña Piedad, amo — respondieron arrodillándose de inmediato y dejando a ...
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