1. Amigos gozando del intercambio en un plácido Balneario


    Fecha: 13/05/2019, Categorías: Intercambios Autor: Werther el Viej, Fuente: CuentoRelatos

    ... cambio.
    
    Poco a poco, mi polla se fue haciendo más consistente. Sentí que la boca de Luís me estaba llevando inexorablemente al orgasmo. Esta sensación se disparó cuando el tío me metió dos o tres dedos por el ano (“¡Jooodeeer! ¡Dios, qué gusto, tío!”) y empezó a follarme el culo. Me dejó unos segundos de adaptación y luego volvió a chuparme la polla enérgica y continuadamente.
    
    A todo eso, Charo y Floren seguían disfrutando de su 69 sáfico.
    
    Hasta que, primero mi mujer e instantes después Charo, se corrieron estertóreamente, entre gemidos y carcajadas, como si hubieran hecho una travesura.
    
    Verlas extasiadas, regalándose placer con sus orgasmos mutuos, mientras Luis aceleraba sus maniobras en mi polla y en mi culo, fue demasiado. Sentí una gran excitación y perdí definitivamente el control de todo mi cuerpo, dominado por un ansioso gustazo sin posibilidad de resistencia ni retorno.
    
    - ¡¡Aaaaajjj!! ¡¡Que voy!! ¡¡Aaaaajjj!! ¡¡Que voooyyy!! -resoplé.
    
    Luis, de golpe, se sacó mi verga de la boca, aunque siguió masturbándome suavemente y maniobrando dentro de mi culo.
    
    Y entonces, inevitablemente, me corrí... me corrí... me corrí... Me sentí sometido a un agudo placer inasequible mientras mi polla, acariciada aun por la mano de Luis, soltaba tres o cuatro cuajarones de leche.
    
    Repentinamente perdí la noción de todo lo que ocurría a mi alrededor y quedé sumido a un aturdimiento voluptuoso. Me dejé caer de espalda sobre la cama y me mantuve sumido en una ...
    ... maravillosa gozada de apenas unos segundos.
    
    -Vaya... -oí que exclamaba Luis, mientras se limpiaba el semen que le había pringado la mano-. Muy bien, tío...
    
    -Ha sido increíble -murmuré sonriendo-. La de pollas que te habrás mamado, mariconazo -le comenté con cierta socarronería.
    
    Charo, que se había zafado del 69 y sentado sobre la cama , soltó una gran carcajada y deslizó: -Más o menos, tantas pollas como chochos yo me he comido.
    
    -Pero ¿te ha gustado? -inquirió Luis.
    
    -Me ha gustado -admití sin dejar de sonreír.
    
    Floren, que también se había sentado sobre la cama entre Luis y Charo, besó a ésta en la mejilla y comentó: “Hacía tiempo...” Luego, acarició la polla arrugada de Luis y repitió: “Hacía tiempo...” A continuación se acercó a mí para darme un beso lingual y profundo. Finalmente, riendo, manifestó:
    
    -Somos un buen hatajo de guarros veteranos...
    
    -¡Sí! -corroboró Charo-. ¡Muy guarros! -escandalosa como siempre, volvió a carcajearse estridentemente, y acabó invitándonos-: Pero repetiremos, ¿no?
    
    Espontáneamente, todos asentimos con un leve balanceo de cabeza y, por unos instantes, nos quedamos en silencio, como ensimismados, asimilando el alcance de lo ocurrido.
    
    Fue entonces que, rompiendo este silencio, fuera de la habitación, en el pasillo de nuestra planta, se oyó un runruneo generalizado y el estrépito de algunas puertas al cerrarse. Fue tanto el bullicio que me puse el albornoz y salí al pasillo para ver que pasaba. Frente a algunas habitaciones, había ...
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