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Luis, Jacobo y un verano 05 - Bruno me calma con su verga
Fecha: 14/05/2019, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... girados para vernos, las manos extendidas como si fuéramos ranas. -Suena tan bonito lo vuestro. –le salió como un susurro de la boca con cierto aire soñador, enseguida volvió a ser él y a tener su sonrisa maliciosa e irónica, el sentimentalismo le duraba muy poco tiempo. -Nos faltan chicos, más gente para poderle dar una lección, que viera que no es imprescindible y puedes tener a otros que desean tenerte y usar tu culo. –le miré tristemente. -Pero yo le quiero a él… -no me dejó terminar la frase. -Esa es la suerte que tiene. –paramos de hablar un momento. -¿Cómo es tener una polla como la de Julio dentro de ti?, es tan larga. –muchas veces me preguntaba cosas así que yo respondía como podía y a veces callaba, en esta ocasión no tenía ganas de hablar y contar algo que iba a excitarme. Las veces en que lo habíamos hecho en grupo Julio nunca quiso dársela, solo lo hacía conmigo y eso le tenía molesto a mi primo, a mi no me importaría que le follara y pudiera sentir lo que tanto deseaba. Y pasaron los días y llegó el sábado. La mañana resulto normal, preparamos nuestras bicis ya que el domingo iríamos en ellas al pueblo, a dar una vuelta como habían planeado los mayores, para rematar la mañana dimos nuestro paseo a caballo. Después de comer fuimos a por el cigarro de rigor a la casita, Julio nos esperaba con una sorpresa, una botella de licor aun frío de melocotón con vasitos de plástico, nos saludamos, a mi no me habló, bueno no podía ser descortés y respondió con un vulgar ...
... “¡hola!” al que yo le dirigí. Nos habíamos bebido el vasito que nos sirvió y fumado el cigarro, en este caso encendieron dos y no sabíamos cómo empezar la acción, fue Jacobo el que comenzó a acariciar a Bruno, besándose los dos mientras Julio y yo permanecíamos quietos como dos estatuas de piedra. Por mis primos estaba dispuesto a rebajarme e intentar retomar nuestra amistad, ese motivo, a todas luces espurio, se me ocurrió sabiendo dentro de mí que moría de ganas de acariciarle besarle y comérmelo entero. Alargué despacio la mano para tocar la suya esperando una reacción de aceptación, en un principio la mantuvo quieta debajo de la mía, se la apreté llamando su atención, se mantenía frío como un témpano sin alterarse hasta que deslizó la suya apartándose. Me sentí triste, frustrado, como si me hubiera abandonado y dejado solo en un desierto, tenía que haberme lanzado a su cuello y obligarle a que me mirara y sellarle la boca hasta que se ahogara con mi beso, pedirle perdón a viva voz, o a gritos para que se enterara el mundo entero de mi amor. No lo hice, no. Tampoco manifesté mi dolor. -Si no vamos a participar, es mejor que vayamos a darnos un baño. -al escucharme Jacobo dejó de lamer el pene de Bruno y miró con algún odio a Julio. Bajamos mi primo pequeño y yo del árbol seguidos por los otros dos. Si era cierto el odio que vi en la mirada de mi primo hacia Julio, se disipó al cabo de poco tiempo y terminamos jugando los cuatro dentro del agua, Julio y yo sin tocarnos pero ...