1. x) José y yo, yo y José


    Fecha: 16/05/2019, Categorías: Incesto Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... como se iba excitando y vibraba bajos mis dedos.
    
    Ahora era mi turno, tenía que enseñarle el placer que podía recibir con una buena follada de su ano, a que no tuviera miedo para entregarse a los viriles machos que desearían follar, estaba dispuesto a hacerle el beso negro mejor de su vida, a comerle el culito como no se lo volverían a comer. Le pedí que se pusiera en la misma posición que yo adopté para que me fornicara.
    
    Se colocó arrodillado y con el pecho sobre la cama, sus nalgas resultaban muy bonitas adornadas con la sombra oscura de los vellos, en la raja y alrededor del ano tenía más pelo como en los testículos y perineo. Le separé decidido las nalgas para verle el agujero, virgen aunque mi hermano se lo hubiera roto, y en un momento me pediría que se lo volviera a romper sin importarle que hubiera dolor.
    
    Hundí la cara en el manjar que tenía al frente y comencé a pasar la lengua con ganas, apuntando con la punta afilada a la entrada de su ano, mis caricias anteriores había hecho su efecto y tenía el ano relajado, poco a poco conseguí que mi lengua entrara, la sacaba y metía apretando con fuerza y José gruñía y gritaba pidiéndome más, y como a mí me gustaba le atendía volviendo a entrar y salir de su culo, me encantaba.
    
    Aproveché que él se abría las nalgas para agarrarle la polla y los testículos y tiraba de ellos, en otros momentos le mordía sus riquísimas montañas de carne envueltas en suave vello oscuro, Se lo chupé hasta que le quité todo el sabor ...
    ... poniéndolo en el disparadero del deseo, movía las caderas y el culo como si fuera una hembrita pidiendo la verga del semental que la preñara.
    
    Deseaba comerme a mi hermano que me excitaba hasta lo indecible con sus continuos gemidos y roncos chillidos.
    
    -¡Ohhh! Sí, que rico Alonso, me vuelve loco tu lengua hermano, métemela más hondo, quiero que me folles con ella. -comenzaba a estar en el lugar al que deseaba llevarlo, a la entrega total a su hombre que era yo, y me animaba sabiendo que lo estaba haciendo bien y le gustaba.
    
    También le comía la verga, y los huevos haciendo lo que él me hizo para que supiera lo que se sentía al tirar de ellos con los labios. Tenía la polla durísima y hacía movimientos cuando la tenía en la boca queriendo descargarse. Dejé de lamerle el agujero del culo y me puse detrás de él, para que comenzara a sentir mi herramienta y que su culo se acostumbrara a ella, apretando en la entrada sin meterla, en ese momento me chupé un dedo para jugar con él dentro de su ano y se lo fui metiendo, oponía una pequeña resistencia hasta que se relajó, luego fueron dos y entraban y salían sin que se quejara.
    
    Pensaba que había llegado el momento de intentarlo y me puse saliva en la mano para distribuirla por mi polla dura como un hierro, lubriqué bien el precioso hoyito y metí los dedos por última vez.
    
    -Te la voy a meter mi amor, por favor relájate y me dices si te hago daño. -notaba las contracciones de su ano en el glande, como se abría y cerraba como si ...
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