1. El joven macarrilla, me seduce y termina llevándome a su casa. 1ª parte


    Fecha: 23/08/2017, Categorías: Gays Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos

    ... bien; cuando se percataron de eso, tenía bastantes espectadores; José Antonio y Juan, estaban a un costado, animándome.
    
    El viejo de la polla enorme, no me sacaba el ojo de encima; el muy cabrón, ya me había visto; se fijaba en mi culito, no perdía detalle de cómo lo movía cuando estaba jugando a la máquina.
    
    De vez en cuando se oían risitas provenientes de la mesa del viejo; seguro que les estaba contando la gran follada que me habían dado él y el joven macarrilla, que en esos momentos no se encontraba en el bar, pero que no tardó mucho en aparecer por allí.
    
    El viejo se levantó para ir a los aseos, parándose en donde yo estaba jugando a la máquina, me saludó, a la vez que me decía; mueves el culito muy bien mientras juegas con la maquinita; dándome una palmadita en el culo, continuó camino a los aseos.
    
    Cuando hizo aparición en el bar el joven macarrilla, yo aún seguía jugando en la máquina. Tan pronto me vio, se acercó a ver como jugaba, tratando de quedar conmigo.
    
    Se acercaba por mi espalda, y mientras me animaba en el juego de la máquina, me iba sobando el culo, diciendo que quería que fuera con él. Le dije que esa noche iba ir a la discoteca Xornes, que estaba con unos amigos.
    
    ¿Vas ir con esos putitos, no?
    
    Eso pretendo le solté.
    
    Bueno pues ya nos veremos por allí me dijo.
    
    Estando ya en la discoteca, a eso de las 4 de la madrugada, perdí de vista a José Antonio y Juan. Mientras miraba por donde podían andar, se me volvió a aparecer el joven ...
    ... macarrilla. Ahora no estaba dispuesto a dejarme marchar.
    
    Parece que te han dejado solo, me espetó. La verdad es que así era, se habían largado, y no me habían avisado.
    
    Yo ya estaba algo cargado de tanto beber, y ahora sin los 2 amigos, no me quedó más remedio que seguir hablando con el joven macarrilla; tampoco estaba nada mal, y la polla que se gastaba, eran de las que me agradaban; larga y no muy gruesa.
    
    Me dijo que saliéramos, y fuéramos a otro sitio, cosa que acepté, al haberme quedado solo.
    
    Salimos y me llevó a otra discoteca. Esta quedaba en la calle Juan Flórez, se llamaba pirámide. Era una discoteca nueva, con ambiente algo pijo, donde también había bastantes putitos.
    
    Allí me invitó a 2 cubalibres, que terminaron por colocarme por completo. Cuando vio como me tenía, me dijo que era mejor que nos fuéramos; y así lo hicimos.
    
    Me iba llevando hacia su casa; por el camino, se iba aprovechando de mí, metiéndome mano, morreándome, hasta ponerme bien cachondo.
    
    Esta noche ven conmigo, y mañana te vas para tu casa, ya más sereno y en mejores condiciones.
    
    Como al día siguiente era sábado, me dejé convencer, y para su casa nos encaminamos.
    
    Tan pronto llegamos, me llevó a la sala donde tenía la televisión, sentándonos en uno de los sofás. Allí me empezó a morrear, mientras me iba desvistiendo poco a poco.
    
    Primero me sacó la cazadora, que tiró
    
    En otro sofá, luego empezó a sacarme la camisa, mientras no paraba de morrearme; me comía la boca, mordía el ...
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