-
Luis, Jacobo y un verano 27 El ardor de Bruno
Fecha: 18/05/2019, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
El informe que llegó del hospital unos días después traía buenas noticias. Todo estaba bien salvo el hueso que permanecería hundido para siempre. El abuelo se quedó tranquilo. A Felipe le trajeron sus padres, había estado hace muchos años en la haciendo pero no recordaba los detalles, para él todo era nuevo. Se quedaron a comer y tranquilos porque lo llevarían mis padres de vuelta cuando regresaran a sus trabajos. Ahora que Bruno y Julio estaban menos con nosotros lo compensábamos con la compañía de nuestro amigo. Le habían destinado una habitación seguida de la de Bruno y abrieron otro baño para ellos dos. Esa misma noche después de lavarnos la boca, Jacobo y yo en nuestro baño fuimos a su habitación para darle la bienvenida con una sesión conjunta de sexo, o esa era nuestra pretensión. Le llevamos a nuestra habitación donde la cama es más grande y nos resulta más familiar. Comenzamos con una sesión de besos que arranco en su cuarto, siguió por el pasillo y continuó sobre nuestra cama, los tres estábamos con el corto pantalón de dormir. Como es natural Felipe se centraba sobre todo en mi primo que es con quien más comparte. -¿Cómo te ha ido sin mí?, ¿quién ha usado tu culito? –preguntaba entre risas y besos Jacobo. -Tengo tu regalo y las pilas no son caras, lo he traído para entretenernos y jugar con él, también Elena me presentó a un chico que tenía ganas de culo, se lo entregué con mucho gusto para que lo usara a placer. Felipe no resultaba tan inocente y tímido cuando ...
... cogía confianza y con nosotros la derrochaba a raudales, marchó un momento a buscar la maquinita del placer y cuando volvió lo hizo con su juguete en la mano y otro que resultó ser Bruno. Jacobo y Felipe empezaron a ensayar metidas raras con el vibrador, follándose la boca y haciéndolo vibrar contra sus mejillas por dentro, hasta que decidieron suspender el juego y convertirlo en realidad, metiendo el uno al otro el consolador en sus culos. Bruno se había desnudado ayudado por mí y besaba impaciente mi boca. -Tengo que descargarme primito, ¿quieres que lo haga en el culo de una de esas putitas o lo quieres tú? -sonreía malicioso con su dura verga en la entrada de mi ano, dispuesto a empujar en el momento que yo hablara. -Deja de hablar y dame tu polla. –me la estaba metiendo por detrás, de costado, mirando los dos las maniobras de los juguetones muchachos. Cerré los ojos un momento mientras me la metía para sentirla y gozarla, tanto la ligera molestia como el placer de notar estirarse mi ano soportando la invasión. -¿Tú crees que estos nos necesitan? -mordió mi oreja mientras me hablaba. -Bruno, vamos a tu habitación. -Entonces ya sabes a lo que vas, voy a follarte muchas veces esta noche. –la saco de mi culo y creía que se me enfriaban las tripas al dejar mi agujero abierto. -Vamos enano, estos ni se enteran. –llegamos a su habitación en unos segundos y me coloqué de espaldas sobre la cama, quería que me besara mientras me hacia suyo. Abrí mis piernas y mi vientre fue llenado ...