1. Inmigrante 01


    Fecha: 23/05/2019, Categorías: Incesto Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... las mujeres nos echaron arroz y como no sabía el por qué, me explicaron que era una costumbre para atraer la suerte y la abundancia a la nueva pareja.
    
    De ahí fuimos a tomar unas cervezas y descubrí que el abogado era muy buen conversador, y que junto a Marisa, Marta y Sonia, hicieron que el tiempo pasara rápido y de forma amena. Solamente Ana permanecía como apartada, con escasas intervenciones y sonrisas casi forzadas ante las frases y comentarios hilarantes.
    
    La comida en el mismo tono, alargándose la sobremesa, para terminar en la discoteca, donde las obsequié con barra libre, que mis amigos aprovecharon al máximo, desapareciendo de mi vista durante toda la noche.
    
    Inicié un baile con Ana, y luego estuve bailando con Marisa, Marta y Sonia, sobre todo con la primera, hasta altas horas de la madrugada. Al principio, bailes muy separados, luego nos fuimos aproximando. Marisa se daba vueltas y frotaba su culo contra mi polla, consiguiendo que rápidamente se me pusiese dura. En cuanto la sintió, ya daba igual el ritmo de la música. Echaba manos a mi culo y se apretaba bien, obligándome a poner mis manos por encima de sus hombros o su culo.
    
    Cambiaban de vez en cuando con Marta y Sonia, que no se apretaban de forma tan escandalosa, pero también les gustaba sentir mis 25.
    
    Ya cerca de las cuatro de la madrugada, anuncié que me iba a mi casa, pues al día siguiente volvía a trabajar y tenía que estar descansado. Marisa dijo que ella también se iba y que, puesto que ...
    ... iba a tomar un taxi, me acercaba a mi casa. Marta y Sonia dijeron que se venían con nosotros, pero Marisa les dijo que mejor acompañasen a Ana.
    
    Ana, por su parte, me dijo la primera frase del día:
    
    -Si quieres, mi casa tiene un ala independiente que está preparada para ti.
    
    A lo que le contesté.
    
    -Gracias. Te lo agradezco mucho. Cuando tenga empaquetadas mis cosas, me cambiaré.
    
    Y cogiendo a Marisa suavemente por la cintura, salimos de allí, camino de mi casa. Cuando llegamos, pagó el taxi y se bajó conmigo.
    
    -¿Dónde vas? ¿Vives por aquí?
    
    -No, yo vivo en el otro lado de la ciudad. Tira para arriba, que hace rato que lo estoy esperando.
    
    -¿No tienes que ir pronto a casa?
    
    -Hoy he dicho a mi marido que me quedaría con Ana, por si intentabas acercarte a ella. Pero date prisa que no puedo más.
    
    No me hice rogar y subimos a nuestro piso compartido. Mis amigos no estaban todavía. Se lanzó sobre mí, comiéndome la boca mientras me quitaba la chaqueta, me iba desabrochando la camisa, los pantalones y deshaciendo el nudo de la corbata. Yo hacía lo mismo con la cremallera de su vestido y el broche del sujetador, al tiempo que la empujaba hacia mi habitación.
    
    Caímos sobre la cama, pero me puse en pie inmediatamente para dejar caer toda mi ropa en un instante y terminar de sacarle el vestido a ella y las bragas.
    
    Desnudos ambos, nos ubicamos juntos en la cama acostados de lado, siguiendo con nuestros besos, mientras la abrazaba y le hacía sentir la presión de mi ...
«12...4567»