Mi primita y yo siempre nos miramos de una manera especial, jugábamos - Relatos Eróticos

Mi primita y yo siempre nos miramos de una manera especial, jugábamos

... unos labios que ni se notaban y demás no tenia ni un pelito, eso a mi no me excitaba para nada ya que no soy lesbiana, solo me llamaba la atención ver su cuerpecito. Siempre que la bañaba yo solo usaba un short de lycra sin tanga abajo y una playera sin sujetador para estar más cómoda. Después de ayudar a bañar a Maria terminaba toda mojada ya que a veces jugaba con la niña a aventarnos agua, y cuando salía del baño Carlos se me quedaba viendo como tonto como se marcaba todo mi cuerpo por la ropa mojada, desde mis pezones que se notaban por la grandeza de mis tetas y de cómo se me notaba la entrepierna con el pequeño short, yo solo lo miraba de reojo y le decía como en forma de regaño: ¡que es lo que vez?

El rápidamente se volteaba y decía –nada nada tía!

Así pasó el primer día sin ningún echo importante.

Al segundo día, saque a los niños un rato a la piscina y yo entre con ellos en un diminuto bikini el cual estaba compuesto por un top blanco que apenas tapaba mis tetas aunque se notaba perfectamente mi pezón endurecido por el agua, en la parte de abajo era una tanga blanca que por la parte de atrás se metía entre las nalgas dando una muy buena vista de mi trasero y que por la parte de adelante dibujaba la figura de mis labios vaginales.

Ahí estuvimos desde la mañana hasta en la tarde, cuando salimos a comer, no quise cocinar así que mande ordenar una pizza, el repartidor llego rápido así que salí corriendo de la piscina y busque mi bolso y una bata para ...

... taparme la cual no abroche bien por la prisa y salí a abrir la puerta al repartidor, era una muchacho como de veinte años muy bien parecido el cual se sorprendió al verme con el pelo mojado y en bata, me entregó la pizza, la puse en una mesita que esta a un lado de la puerta por la parte de adentro, cuando me agache a poner la pizza, mi bata se abrió totalmente, no me di cuenta hasta que me levante y vi al muchacho viéndome detenidamente todo mi cuerpo mojado y como se me transparentaba todo, no me apure a cerrar la bata, pero lo hice detenidamente con toda la calma del mundo, tome el bolso y pague la pizza espere el cambio y cuando el buscaba el sus bolsillos pude ver que tenia su pene completamente erecto, por lo que pude ver era de un muy buen tamaño y aunque el tamaño no importa sino lo que hagas con el esa vista me puso algo caliente el muchacho me pregunto por propina, y yo en un tono de voz que a veces usamos las mujeres cuando queremos que no hagan una rebaja de algún precio dije: -creo que con lo que viste quedas mas que pagado, no?

El solo sonrió estaba por darse la vuelta y le dije: -espera aquí tienes. Metí la mano a mi bolso y saque una moneda además de una tarjeta con mi numero celular se lo di y el lo tomo suavemente, acariciando mi mano, yo le sonreí y solo dije: -adiós! y le cerré el ojo, el hizo lo mismo y se fue. Entre a la casa y comimos la pizza, al cabo de una rato Maria quedo dormida ya que se había levantado muy temprano y estaba agotada por estar en la ...