Una noche en la disco (JULIA)
Fecha: 26/05/2019,
Categorías:
Intercambios
Autor: nosoycompasivo, Fuente: SexoSinTabues
... con su rodilla. Él me miró de abajo a arriba, deteniéndose en mis pechos, por fin me miro a los ojos y me habló: —Hola. Me llamo Juan, ¿y tú? —Hola, mi nombre es Julia, ¿qué hacéis aquí unos señores como vosotros? —Verás, somos dos ejecutivos de una gran empresa y, después de un día de muchas reuniones, decidimos tomar una copa y volvernos al hotel. - dijo. - Estábamos a punto de irnos cuando entrasteis vosotras, y a Manuel se le ocurrió que nos quedáramos un rato mas e invitaros a una copa de champan, “para ver si esta noche no dormía solo”, en fin una tontería, Manuel, ven, te voy a presentar, esta es Julia. — ¡Hola, Julia! ¿Os gustó el champán? Era francés del bueno, espero que no os molestara nuestro atrevimiento. —No, por Dios; es más, por lo menos a mí me halagó ese detalle de unos caballeros como vosotros. Tenéis que perdonarnos, pero venimos del espectáculo erótico del restaurante de aquí al lado y además estamos un poco contentas por el alcohol que hemos tomado. — ¡No te preocupes, mujer! Precisamente Manuel y yo estábamos pensando en invitaros a una segunda botella, ¿qué te parece? —Esperad, que lo consulto con las chicas. - Me di la vuelta y las chicas ya no estaban, tenían un corrillo montado con algunos chicos del espectáculo y la pandillita de criajos, así que me di la vuelta, - Como veréis ellas ya están entretenidas, pero yo me apunto al champán. —Vale, la encargo, ¿por qué no os adelantáis los dos y buscáis una mesa donde tomarnos la copa tranquila? Así ...
... charlamos un poco, necesito tener una conversación normal, estoy cansado de números. —Por mí de acuerdo, - contesté - pero dadme un minuto para avisar a mis amigas, así no se preocuparan si no me ven. - los dos asintieron. Me fui hacia las chicas, que estaban frenéticas, les comente lo de la copa, y Marisa asintió: —Vete tranquila, ¡que nosotras lo estamos pasando de miedo con estos chicos tan amables y guapos! Si quieres irte antes avísanos y si no, ya sabes dónde estamos. —Vale, gracias, ¡que sigáis disfrutando! Yo me voy a charlar con los vejetes, son muy simpáticos - me di la vuelta y les vi a los dos con una cuba de hielo que contenía el champán y tres copas, y me acerque – Bueno, ya están avisadas, ¿donde queréis sentaros? —Vamos a ver si encontramos un sitio alejado de la pista, donde podemos hablar tranquilos, seguidme. Juan me cogió de la mano y Manuel, como llevaba la cuba de hielo en una mano, puso la otra sobre mi cintura cerca de mi culo. Durante el trayecto Manuel bajaba la mano de vez en cuando y rozaba mi culo, yo estaba tan excitada que le dejé que me tocara; a pesar de la cantidad de gente que nos impedía el paso, Juan vio un sitio, una especie de reservado. No es que lo fuera realmente, pero lo tapaba una columna grande y tenía muy poca luz, el sitio era ideal para los tres. No estábamos muy apretados, pero tampoco el sofá nos permitía tener mucha distancia entre los tres; nos sentamos, Manuel abrió el champan y sirvió tres copas generosas. — ¡No eches tanto! - ...