1. Iniciación zoofilica (01)


    Fecha: 01/06/2019, Categorías: Zoofilia Autor: danzoo101, Fuente: SexoSinTabues

    ... lágrimas, si, lágrimas, no de llorar sino de placer, de felicidad, por que no decirlo. LANO no se soltaba, pero sabía que tampoco era nada extraño, tardaría unos minutos en bajarle su erección por lo que no debía impacientarme, había que tener paciencia y esperar. Javi se quedó atrás con el perro y Ana, Julia y Pedro estaban delante de mi, ahora ya no preguntaban con la mirada, lo hacía de viva voz, si estaba bien, si estaba nerviosa, si había disfrutado, si era tan maravilloso como les había parecido a todos. Creo que mis ojos todavía estaban en blanco, no veía nada, entra las lágrimas, el sudor y también la excitación que aún sentía, solo oía sus voces. Por fin el perro se soltó, noté como el semen caía por mis piernas, como mis muslos se bañaban de aquella mezcla de jugos, los míos y los del perro, era un líquido caliente que llegaba hasta mis rodillas pero al mismo tiempo sentí una sensación de vacío en mi interior. Me desataron y mientras lo hacían los caballeros, mis compañeras me limpiaron con una toalla. Me senté sobre la mesa, pedí una copa y les dediqué una sonrisa mientras me tomaba aquel maravilloso coñac que me había servido Javi. Solo les dije que eran unos cerdos, unos maravillosos cerdos. Les di un beso a cada uno de los cuatro, me vestí y les prometí que no sería la última vez que lo hiciera. Había tenido uno de mis mayores experiencias sexuales, y desde luego, aunque con mucho miedo sobre todo al darme cuenta que ...
    ... iba a ser penetrada por un perro, esta no sería la última vez que lo hiciera. Me habían quedado ganas de repetirlo, no sabían ninguna de ellas lo que se siente cuando el perro introduce todo su miembro en tu interior, cuando sientes que tu vagina ya no puede más y de pronto descubres que aún le quedan unos cms, de margen para que aquella tremenda masa de carne entre en tu interior, como te llena, como te hace sentir harta de sexo. Fue magnífico y desde luego repetible. La velada se terminó cuando les dije que por favor me acercaban a casa o llamaba a Juan para que viniera a recogerme, muy amablemente Pedro y Julia se ofrecieron para llevarme ya que les quedaba justo en camino. Bueno, viven en el lado opuesto a donde yo vivo, pero no era motivo para que no pudieran hacerlo. Nos despedimos todos y durante el camino no hubo mas conversación que la pregunta de Julia si había sido tan maravilloso como había dicho, sino me daba asco que en mi interior estuviera la polla de un animal, un perro. Mi mirada y mi sonrisa le sirvieron como respuesta. Cuando llegué a casa Juan estaba dormido. Fui directa a la ducha y luego, después de fumarme un cigarrillo tranquila, relajada y sola en la sala, mientras recordaba lo que había pasado aquella noche, me acosté con la esperanza de poder dormir lo que quedaba de noche, eran las cinco de la madrugada. Solo esperaba que mi compañero no hiciera preguntas hasta el día siguiente. FIN DEL PRIMER CAPÍTULO 
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