Amor y odio (Parte 4 de 5)
Fecha: 05/06/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: dulces.placeres, Fuente: CuentoRelatos
... escondían demasiadas picardías, piel cobriza, y cabellos oscuros que caían por su espalda hasta la cintura, pero había algo que no podía dejar de llamar mi atención, cargaba unas tetas enormes que le costaba mantener quietas, me pesaba la mirada, porque simplemente no podía verla a los ojos, sus pechos eran irresistibles, y lo que a Emily se le iba en culo, pues a Elizabeth se le iba en tetas…
Y ahí estaba yo, en medio de esas dos jóvenes, envuelto el juego, dispuesto a dejar que la vida transcurriera…
La tarde fue rara para mí, ellas hablaban demasiado entre ellas, por lo bajo, reían, y no me sentía parte de ese juego, noté que algo tramaban y si algo sabía era que no debía entrometerme en secretos de mujeres, y menos si no me invitaban, como fuera solo verlas se me hacía muy sexi…
Al atardecer ya me había cansado de tantas idas y venidas, le dije a Emily que subiéramos al cuarto, ya saben a qué… pero ella me dijo que tuviera un poco de paciencia, que lo hiciera por ella y su amiga, que al día siguiente ya no estaría y tendíamos tiempo para nosotros…
Así que debí aguantarme, al anochecer cenaríamos los tres en el hotel, no había mucho que discutir, Emily parecía tener otros planes, la odié como siempre...
Cuando bajamos en silencio por el ascensor, quería hacerle todas las preguntas que había tenido atragantadas todo este tiempo, pero el espejo me devolvió su imagen y eso me dejó mudo, sus lacios cabellos caídos sobre un costado de su cuerpo pasando por ...
... delante de su pecho derecho, una camisa beige rasada y una corta minifalda negra tan ajustada que solo resaltaba su terrible trasero, apenas tapando su sexo, dejando desnudas sus largas piernas sobre altos tacos, o tacones como ella los llamaba.
Fuimos a la mesa, estaba tan excitado solo mirándola...
Minutos más tarde apareció Elizabeth, diablos… suspiré… estaba enfundada en un vestido azul que cubría apenas lo necesario, mis ojos se clavaron en su figura, en sus pechos que eran casi del tamaño de su cabeza, y en sus cabellos, ahora secos se habían enrulado y tenía una aspecto de leona hambrienta, habré puesto tal cara de bobo que una sutil pellizco recriminatorio de Emily me devolvió a la realidad.
En fin, bebimos, cenamos, bebimos, charlamos, bebimos, reímos, bebimos, disfrutamos, bebimos…
Llegado un punto habíamos tomados tanto que reíamos como estúpidos llamando la atención de los demás comensales, se me ocurrió ir a bailar y las arresté a las dos tomadas una con cada manos, estábamos bastantes ebrios, una mano se me iba al culo de Emily, la otra a las tetas de Elizabeth, solo reíamos, besé a una, luego a la otra, descontrolados, luego ellas se besaron en la boca y eso se me hizo delirante.
Alguien del lugar se nos acercó interrumpiendo el momento, me recomendó que termináramos con ese paupérrimo espectáculo o deberían tomar otras medidas.
Comprendí la situación, le dije a las chicas que fuéramos a la habitación, rieron, subimos al ascensor, y ese pequeño ...