1. Lo que quisiera


    Fecha: 26/08/2017, Categorías: Erotismo y Amor Autor: FilosofoAullado, Fuente: CuentoRelatos

    ... boca, con la otra te amarro. Te tengo muda y sujeta de manos. Comienzo a culearte. Te nalgueo hasta dejar tu culo rojísimo como tus labios. Te jalo con mi cinturón y continúo sin detenerme. Eres mi esclava y no tengo piedad. Gimes y lloras. Tu entrepierna es un mar. Pienso en el lugar en que deseo eyacularte. Te levanto. Te abofeteo con mi verga en la mejilla. Y así, amarrada e indefensa, eyaculo en tus ojos, tu nariz, tu boca… Unas últimas gotas las esparzo con mi mano por tus pezones adoloridos.
    
    Lo que quisiera es estar arrojado allí, al aullido y al canto, al arrullo de tu espíritu, al grito de tu sangre. Ser poesía y fuego, dulce onirismo disolviendo los miedos, descentrando los poderes. Quisiera estar debajo de tu falda, con mi lengua erecta, lamiendo el sudor desdibujado de tu deseo, recorriendo con lentitud y ternura tus labios vaginales, jugando a detener el tiempo cuando esa yuxtaposición de mares sagrados llena de sal mi lengua, de brisa fresca mis pulmones. Ser el cantar de los cantares, escribiendo el prólogo a una obra erótica en tu clítoris, mientras sujeto con fuerza tus piernas, para abrazarte, para que no te vayas. Lo que quisiera es estar allí, arrojado hacia a ti, envolviendo tus pezones, suaves capullos, en mi lengua para que florezcan dentro de mi boca, extraer la leche y la miel, la combinación de soles y lunas. Ser tu hombre, ser la luz que cae lentamente iluminando tu mirada, la mordida en tu boca, el chupetón en el cuello, la lamida en el hombro. ...
    ... Lo que quisiera es engendrar en tu vientre una constelación de deseos, chupar tu ombligo en pequeños círculos infernales, besar tus piernas en pequeños triángulos celestiales. Ser aquél que te invente, lienzo perfecto, que te recree en la conciencia cada centímetro de ti, porque eres la diosa, el poema, el pecado, la poesía.
    
    Lo que quisiera hacerte, esta noche, es llevarte a un hotel, derribarte sobre la cama, abrir tus piernas y lamer y lamer como un loco, Que tu humedad me inunde la boca, que tus jugos jueguen en la tímida aurora de mi lengua. Y lamerte como un gato tomando leche, suavecito, tus labios vaginales envueltos en una etérea capa de saliva debido a que mi lengua te envuelve como un capullo de ternura. Jugar con tu clítoris, afinar la nota de tu gemido, hundir mi lengua en ti. Arquearte, poner una almohada bajo tu espalda para que tu sexo quede a la altura de mi nariz que ya te acaricia los muslos. Allí, haciéndote un cunnilingus es como si estuviera con un micrófono, diciéndole al mundo que me importa un carajo su moral y su religión, sólo quiero que te vengas en mi cara y me empapes de ti. Lo que quisiera es separarte las piernas de pequeña pecadora para meter en ti mi dedo índice, quedito, como las olas del mar, como un jazz que se desliza adentro de tu humedad. Luego meter también mi dedo medio, en la parte superior de tus paredes vaginales, buscando el punto de tu pequeña muerte. Masturbarte con ternura. Masturbarte, quisiera, meter mis dedos en ti. Agitar ...