1. De matrimonio roto a matrimonio sumiso y feliz III


    Fecha: 06/06/2019, Categorías: Microrelatos, Autor: sireleo, Fuente: CuentoRelatos

    ... otra cosa.
    
    Cuando iba a correrme le di mi copa de vino que estaba vacía y le dije que vaciara allí mi leche. Salió debajo de la mesa con la copa en la mano y relamiéndose la leche que tenia en los labios, a la perra le gustaba.
    
    Cogiendo yo la copa me acerque a donde estaba el arroz que había quedado y llamando al maricón para que viera lo que iba hacer, eche la leche en la comida y la removí, poniendo el cachorro en el suelo.
    
    -Aquí tienes tú comida maricón, quiero el plato limpio.
    
    -Maricón, gracias Señor.
    
    Y poniéndose a cuatro patas y con gran trabajo empezó a comer como un perro. Yo me acerque a la otra parte del salón, donde estaba la tele y los sillones y me senté en el sofá, señalándole a Cristina que se sentara a mi lado.
    
    -Y tú maricón cuando acabes de comer, y de limpiar todo perro, puedes tumbarte donde te apetezca a descansar.
    
    Nos quedamos adormilados los dos viendo la tele, y así estuvimos casi dos horas, abrí los ojos y vi a Cristina totalmente dormida en mi regazo, y al Maricon tumbado junto al sofá viendo la tele, era el único que estaba despierto.
    
    Sin moverme del sillón, le dije al maricón que fuera a mi coche y me trajera una bolsa que había en el asiento del conductor, que le iba a gustar. Este se levanto, y aunque le costó trabajo pues de tanto rato en la misma postura tenia el cuerpo entumecido, se puso el abrigo y salió fuera a por lo que yo le había pedido.
    
    Mientras me acerque a Cristina y cogiéndola por los pezones la termine ...
    ... de espabilar, ella me miraba con dolor pero a la vez con cara de vicio, además no gritaba ni se quejaba, a la muy zorra le gustaba, y una vez de pie le metí mano en el coño, que ya lo tenia mojado y empecé a pellizcarle el clítoris con fuerza, pero aun así no se quejaba.
    
    -Cristina.- Me puedo correr Señor
    
    -No puta, ahora te vas a follar al maricón, quiero que lo desvirgues, quiero que se la metas todo lo profundo que puedas.
    
    -Cristina.- Como Señor como me lo he de follar?
    
    -Ahora lo veras perra, ahora veras como lo vas hacer.
    
    En eso entro el maricón con la bolsa que yo le había indicado, me la acerco y se quito el abrigo, poniéndose en seguida a cuatro patas.
    
    Yo saque una regla de cuero de unos veinte centímetros, y un dildo doble con correas.
    
    -Acércate maricón, ponte de pie e inclínate sobre el sofá con el culo hacia fuera.
    
    Rápidamente lo hizo y cogiendo la regla me acerque a él y le dije que iba a recibir 20 azotes por las pequeñas faltas que había cometido, aunque la verdad es que no había cometido errores, pero me apetecía azotarlo.
    
    -Iras contándolos y me darás la gracias, y si me convences recibirás un premio maricón.
    
    Empecé a azotarlo y el a contarlos y dar las gracias, y pude comprobar que le gustaba, pues el empalme era bestial, además de que iba aumentando el grado de fuerza que le imprimía a los azotes, cuando iba más o menos por el quince me fije en Cristina y vi que la muy puta estaba echada en uno de los sillones tocándose el coño y a ...
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