1. La delicia de Alicia


    Fecha: 06/06/2019, Categorías: Incesto Autor: LegiónOscura, Fuente: SexoSinTabues

    ... enojada. -¡Eso no te importa¡, además, Alicia se aclaró la garganta para recuperar un poco la compostura, tu tampoco has tenido muchas chicas que digamos. -He tenido dos novias a lo largo de mi corta vida, haciéndole un dos con los dedos, la rematé con una sonrisa de medio lado, tengo bastante experiencia en eso. -En lo único que tienes experiencia es en ser un patán, apuesto a que te dejaron por no saber besar, apagué la televisión y me acomodé sobre el sillón, para desafiarla con la mirada. -¿Quieres venir aquí y comprobarlo? -Brincos dieras, me dijo, soy demasiado para ti. -¿O será que eres tan poco para mi, que prefieres no hacerlo por temor a perder?, miedosita, Alicia nunca decepciona, retarla a cualquier cosa era su talón de Aquiles. Nunca pensé, a pesar de que estaba jugando, que ella entraría de golpe a mi reto. Con la furia alimentando su determinación, la chica se saco las sandalias mojadas y, con dos largas zancadas, me alcanzó en el sillón; se sentó cuan pesada era sobre mis piernas y me acorraló con sus brazos, pasándolos a los lados de mi cara. -¡Que demonios¡, traté de sacudírmela, pero ella me estrujó las mejillas con violencia, clavándome en ellas, sus uñas pintadas. -Para que te quiere bien claro, estúpido, tu no me sirves ni para el arranque, luego me soltó la cara con un bufido, ¿Quién es el miedosito ahora?, luego me beso los labios. Me quede más frio que el hielo, no fue desagradable como yo había esperado, se lo regresé, por supuesto, porque era una ...
    ... competencia. Nuestras lenguas se enredaron inevitablemente, pues ni siquiera me beso por fuera, no, la sucia fue directamente por un beso francés. Sentí al principio, el sabor de la pasta dental y luego, el amargo y ligeramente salado, sabor de su saliva mientras se combinaba con la mía. La abracé, debo aclarar, por puro instinto, y ella, dejó perder sus brazos alrededor de mi cuello. Nuestras lenguas hacían húmedos chasquidos mientras deslizaba mis dedos por debajo de su blusa. Luego nos separamos. -Me mordiste la lengua, replicó tocándose la punta del sensible órgano. -Eso no fue un beso, parecía que quieras embestirme, hiciste que chocaran nuestros dientes, me masajeé con el pulgar uno de los colmillos. -¿Tu lo harías mejor?, respondí con un bufido, luego le sujeté las manos, besa y aprende. Me aseguré de lamerle el paladar y de acariciar con mi lengua bajo la suya. Unos delgados hilos de saliva aparecieron cuando nos separamos. Una risa tremenda salió de su garganta, acompañada de unas ligeras lágrimas. -Lo siento, dijo en medio de la risa, te besé tan mal porque estaba tratando de reírme al mismo tiempo; ¿En serio dijiste “besa y aprende”?, luego dio otra carcajada, ¡Que pésimo juego de palabras¡. -Saber besar es el principio de la prosperidad, argumenté. -Esa estuvo mejor, Alicia me dio una sonrisa y, por acción de alguna brujería, yo se la devolví, no besas tan mal, dijo después y aun sobre mis piernas. -Pues te daré un 80, dije, tu acercamiento podía mejorar, pero en lo ...
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