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La noche que me quedé en tu casa
Fecha: 06/06/2019, Categorías: Gays Autor: buitrepanda, Fuente: CuentoRelatos
... ABSOLUTAMENTE TODO MI CUERPO A VOS, PARA QUE HICIERAS CONMIGO LO QUE QUISIERAS. Bueno, hasta aquí, lo que pasó. Pero ahora paso a escribirte la "fantasía" que tuve durante años y años, con respecto a esa noche, lo que hubiésemos hecho de haber estado solos. Darnos el uno al otro porque realmente, estábamos enamorados. Al menos yo lo estaba y lo sigo estando. Te AMO, mi "caballo", mi "macho", mi amor, mi TODO. Comienzo de la fantasía… Nos acostamos, quedando yo entre la pared y tu hercúleo y sabroso cuerpo. Luego yo me ponía de costado, pero de frente a vos, te pasaba mi mano izquierda sobre tu mejilla derecha, te acariciaba luego tu nuca, y te iba acercando a mí, hacia mi boca, que te estaba esperando con ella semi abierta, para recibir tu "fuerte y dura" lengua, y nos dábamos besos llenos de amor y dulzura. Te besaba y besaba hasta que me ponía sobre ti, continuando besándote, y con mi mano izquierda te apretaba más hacia mi boca, y con la derecha, iba descendiendo en busca del deseado, anhelado "pedazo". Llegaba a tu calzoncillo, te tocaba el pedazo por sobre él, y tú levantabas las caderas, para que te fuera sacando el calzoncillo, y ...
... liberar el tremendo pedazo, duro como una piedra, pero latiendo de calentura. Al sacarte el calzoncillo y liberarte esa enorme y gruesa "pija", yo seguía recibiendo tu lengua en mi boca, que me la metías hasta la garganta, hasta que yo, despacio, pero sin parar, te dejaba de besar tu boca, para besarte el cuello, la garganta, tu tetilla izquierda, luego la derecha, luego los "ravioles", el ombligo. y seguía bajando, hasta llegar a mi meta: el ENORME, GRUESO, Y DESEADO HÚMEDO PEDAZO TUYO, QUE ya en esos momentos "latía" a mil. Al llegar a él, me lo iba poniendo de a poco, muy de a poco en mi boca. Primero, la puntita, luego la "cabeza", luego "la mitad del tronco", y luego hasta la garganta. Primero, me daba una pequeña arcada, pero la sacaba de mi boca, y volvía a ponérmela hasta la garganta, y me lo penetraba derecho hasta la garganta, donde finalmente, llegaba a "tragármelo" y allí, con la garganta apretando tu hermosa pija, subía y bajaba, subía y bajaba, hasta que finalmente, me acababas, casi de inmediato, rapidísimo, y me dabas tu lechita bien calentita, dentro de mi garganta y por supuesto, me tragaba todo ese elíxir que me dabas. CONTINUARÁ…