1. Padrino, quiero una foto desnuda


    Fecha: 07/06/2019, Categorías: Incesto Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos

    ... otro whisky?… con hielitos? Para que me pongas en mis pezoncitos…?
    
    -Chin chin… por… por, luego vemos…
    
    Mientras bebe se levantó de sillón, movimiento de hombros y “chau” camisa, desnuda, de frente y de perfil, a luz y contra luz, jugando con las sombras y el color, de inocente a imprudente, de la castidad a la obscenidad total. Todo en el mismo envase, descubrir el otro lado de lado de Maika, de la moral familiar a los besos más obscenos que le quiero dar, comerle la boca sin dejarla respirar.
    
    El abrazo calentó mi “espíritu”, sus pechos enturbiaron mi razón, la excitación el criterio de lo prohibido. Toda ella se convierte en una gran zona erógena por dónde se la toque, mis besos ardientes recorren su piel, hurgar entre el vello púbico, deseo visceral de respirar su fragancia de hembra en celo, robarme el gusto salado de su mar íntimo.
    
    Abre sus piernas, gana excitación y pierde el sentido de la prudencia, se deja estar a mercede de su padrino, entregada. Sentada en el borde de la cama, hundiendo mi lengua en su almeja, las piernas sobre mis hombros dejan libre acceso a comerla de un bocado. Se debate entre querer y no poder soportar tanta excitación, manos agarrotadas, gemidos y respiración entrecortada, voz temblorosa, músculos y tendones al máximo. Arquea la espalda, eleva la pelvis, tensa, soporta el acoso insolente del orgasmo, resiste el primer desafío. Se afloja, vencida entre mis brazos y el acoso de mi boca, ávida por volver a beber su deseo, de un ...
    ... trago, embriagarme con el sabor de esta pendeja que me alucina.
    
    Dos orgasmos robados por asalto la dejaron mansa y permisiva. El “quiero más”, fueron su estribillo. El acoso aún no concluye, escalar por su vientre hasta los pechos, apretarlos, exprimir el envase, sorber el sabor de sus pezones. Acorralada en la urgencia de mis manos, el fragor insaciable de mis labios, lamiendo la turgencia amigable de la teta. Palmeo los labios vaginales, frotando el clítoris, dos dedos trabajando el enigmático punto G, elevan a tope la agitación de Maika.
    
    El doble acoso hace estragos, la lujuria extrema eleva la resistencia erótica, sacude y vocifera en su impotencia, vibra y agita sin control, el orgasmo se presentó imperceptible como el aleteo de un pájaro sobre la tierra caliente del verano, superar las fronteras del deseo. Vive el éxtasis entre mis brazos, reponiéndose del tránsito a la inmortalidad de los placeres.
    
    Abrió los ojos a la realidad, el placer pervive dentro, pone manos a la obra sobre el miembro de su padrino. Siente vibrar mi carne al rodearla con sus manos, impetuosa erección, roba su admiración por dureza y grosor, abrió los ojos por asombroso deseo de probarla.
    
    Se le antojó poner la boca sobre la verga, lamerla mientras comienza a sacudirla, chuparla despacio, acomodamos para el inevitable 69. A poco de comenzarlo, pide pausa en mis lamidas, necesita concentrarse en degustar la mamada de verga, sin sacarla de su boca dice que le gusta mucho el sabor de su ...